Rebeca Marín
El principal objetivo de plantear que todos los mexicanos mayores de 18 años tengan que tramitar de manera obligatoria su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) es evitar el robo de identidad de jóvenes por parte de factureras para simular y hacer fraudes.
Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), asegura que no se busca cobrar multas, sino proteger a los jóvenes. Afirma también que uno de cada tres RFC presenta actividad irregular, lo que implica 30 millones de contribuyentes.
Detalla que entre las actividades irregulares destacan personas con diversos patrones en diferentes estados de la República, a las que varias empresas fantasma les hacen pagos de hasta 80 millones de pesos en un mes.
Sobre la Miscelánea Fiscal que se discutirá hoy en la Cámara de Diputados, Buenrostro señala tres ejes principales: no aumento de impuestos, por lo que se enfocarán en seguir combatiendo la evasión, elusión e informalidad; simplificación administrativa para facilitar el pago de impuestos, y equidad de género para los productos de gestión menstrual.
Respecto a la revisión de aportaciones de grandes contribuyentes, considera que hay un espacio de recaudación de billón y medio de pesos al asegurarse de que éstos paguen impuestos pulcramente.
Cada año, especialmente cuando se plantean cambios fiscales, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se convierte en una fuente de mitos y leyendas que surgen de distorsiones y el miedo que proyectan los contribuyentes con interpretaciones equivocadas. 2021 no es la excepción con una miscelánea fiscal que se originó en las oficinas del ente que cobra los impuestos y por ello Raquel Buenrostro, la cara implacable y risueña del SAT, disipó dudas, aclaró intenciones y señaló objetivos.
En medio de llamadas con el secretario de Hacienda y otros funcionarios de esa dependencia, Buenrostro dice que hay tres ejes principales: el primero es que no hay un aumento de impuestos y por ello van a seguir combatiendo la evasión, elusión e informalidad, el segundo eje es la simplificación administrativa debido a la convicción del SAT de que muchas personas no pagan impuestos porque es muy difícil hacerlo y el tercero es la equidad de género para los productos de gestión menstrual.
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