El exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, calificado en todas las encuestas como el peor gobernador del país, ya dijo a su equipo cercano que no durará mucho en el cargo, pues aceptará la invitación que desde hace tiempo tiene para seguir su carrera política en la CDMX.
En medio de críticas de corrupción y de presuntos nexos con grupos criminales del estado de Morelos, el americanista ha dicho que desde el año pasado Claudia Sheinbaum le abrió las puertas para trabajar con ella.
Aunque nació en Azcapotzalco, ha sido mencionado, incluso, como probable candidato a alcalde en Cuauhtémoc, territorio donde creció, pues en la 4T creen que su fama como futbolista le alcanzaría para arrebatar esa demarcación a la aliancista Sandra Cuevas.
Y es que Morena no ve la suya ahí desde que Cuevas le dio una arrastrada en 2021 a Lola Padierna, esposa de René Bejarano. Incluso se había dicho que Martí Batres pelearía ese territorio, pero el secretario de Gobierno cada vez se hace más chiquito.
Nadie duda de la popularidad de Cuauhtémoc como futbolista, pero los capitalinos no son tontos, y seguramente no querrán que un tipo que como alcalde de Cuernavaca destrozó esa ciudad, y ahora como gobernador esté pensando huir del estado, llegue a la capital.
En el gobierno aceptan que hubo acercamientos con Blanco para levantar un poco la imagen de la 4T, sobre después de la derrota de hace año y medio, pero el temor a una auditoría a su gobierno les hace pensarlo bien.
Como quiera en Morelos ya hizo sus primeros movimientos, y nombró a Víctor El Güero Mercado —personaje con una historia polémica, por decirlo de manera elegante—, como su jefe de asesores.
Es obvia la intención del Cuau de encargar a alguien que le cuide las espaldas, por lo que, incluso, ya se empieza a comentar que Mercado podría ser el que cierre la administración para borrar sus huellas.
Pero son tantas las fechorías que se le achacan al gobernador y a su medio hermano, Ulises Bravo —uña y mugre del exdelegado en Coyoacán, Mauricio Toledo—, que le recomiendan mejor buscar una senaduría, para blindarse a partir de 2024.
Si fuera sólo la oposición —que en esa entidad con un puñado de billetes se afloja—, no habría problema. Pero se abrió un flanco muy peligroso con Hugo Eric Flores, líder del PES, quien lo llevó de la mano a la gubernatura y ahora se odian.
La bronca está tan fuerte, que Hugo Eric declaró hace un par de semanas que Cuauhtémoc lo amenazó de muerte para que se fuera del estado, o él se encargaría de que “saliera en pedacitos”.
El líder del PES declaró textualmente que “el gobernador es un vicioso, borracho e ignorante”, y que ocupa la Casa Morelos para organizar sus francachelas y así tomar decisiones de gobierno.
Luego de esa desnudada, está claro que Cuauhtémoc no sería bien recibido en la CDMX, a menos que cumpla su tan cacareada amenaza de: “entonces me regreso al futbol”.
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