Martín Aguilar
La búsqueda desde hace ocho años de su hijo, Rafael Jáquez Fierro, no ha diluido la esperanza de Teresa para encontrarlo y este 10 de mayo se sumó, por primera vez, a la manifestación pacífica que realizaron diversos colectivos para recordarle a las autoridades que aún siguen buscando a aquellos hijos desaparecidos, a quienes esperan de vuelta en casa.
El dolor de Teresa ha sido parte del motor para buscar a su hijo, que ahora tendría 29 años de edad y con el que no pudo festejar otro 10 de mayo.
Para la madre de Rafael, su ausencia por desaparición es “algo indescriptible, no se puede decir, solamente el dolor que tenemos todas las madres de los hijos, sabemos este dolor, no se pude describir, un dolor sobre dolor, sobre dolor”, expresó la mujer.
Este año marchó en compañía de otras madres que abrazan la fe, que prefieren confiar en las autoridades para volver a ver a sus hijos. Teresa extraña a Rafa, pero también se siente afortunada de convivir con su otro hijo y su familia, quienes radican en Estados Unidos, pero se mantienen en contacto.
El mensaje que Teresa le deja a otras madres en la misma situación es que “tengan fe, que se acerquen a Dios, nuestro señor, y que pidan por las autoridades, para que los iluminen, para que hagan su trabajo, cada quien, desde su lugar, desde el de abajo hasta el de arriba, pero que hagan su trabajo, porque así también están haciendo justicia”.
Rafael Jáquez Fierro, estudiaba medicina en la Universidad de Chihuahua y desapareció, en aquel estado, el 28 de febrero de 2015, por lo que Teresa, entre lapsos de dolor, esperanza y búsqueda de justicia, sigue en pie para hallarlo.
A pesar de que las autoridades no le dan más noticias, asegura que “nuestro Señor Jesucristo nos dice que está bien, estoy con él, sigo esperando y confío que es el único que nos puede ayudar, ¿cuándo?, no lo sabemos, pero regresará”.
a situación no es muy distinta para Silvia Margarita Romero Leyva, madre del desaparecido Luis Ángel Córdoba Romero, en Ciudad Juárez, el 11 de febrero de 2021, de quien no he tenido ninguna noticia, ni de las autoridades, y a quien sigue buscando con vida.
A Silvia le quedan dos hijos más que le hacen festejar la maternidad, pero le falta Luis, el de en medio, por el que se moviliza a dónde sea con tal de tener noticias de su paradero, pero desde el 2021 no ha tenido avances de la investigación.
Sus hijos le dicen “que hay que tener mucha esperanza y confianza de que al rato aparece, primero Dios”, por lo que todos mantienen la fe en que regresará con ellos para festejar juntos.
Esta fecha “es triste porque no están nuestros hijos con nosotros, y no sabemos cómo están, pero a la vez, se siente bien, porque hay otras personas como nosotros, les damos el apoyo a ellas y ellas a nosotras, y sabemos que no estamos solas y que, primeramente dios, pronto encontraremos a nuestros hijos”.
Luis quería cumplir el sueño americano, la última vez que su familia supo de él, fue cuando se dirigía de El Paso a Ciudad Juárez. “Todavía no se iba a Estados Unidos”, contó su mamá, quien primero buscó en el Semefo, en hospitales y cárceles, pero no lo encontró.
El 10 de mayo es, para las madres buscadoras, un día de unión, más que una celebración, es una protesta para encontrar más fuerza, apoyo en otras madres, quienes buscan lo mismo, la justicia y acción de las autoridades que les permita abrazar de nuevo a sus hijos.
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