A partir de este lunes 5 de junio, inicia el proceso de definición de los aspirantes a la Presidencia para 2024.
En el partido del régimen, el canciller Marcelo Ebrard tiene lista su renuncia para presionar a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López.
Sabedor de que difícilmente sus dos competidores renunciará al cargo para someterse a la serie de encuestas que organizará Morena.
La incertidumbre radica en el camino que tomará Ebrard en caso de no ser el elegido.
¿Lo seguirá Ricardo Monreal? Los hechos apuntan a que el zacatecano se quedará sin opciones en Morena.
Es difícil que lo dejan pasar en la Ciudad de México, tanto Sheinbaum como su secretario de Gobierno, Martí Batres. No la tiene nada fácil.
Del lado de la oposición, han cobrado fuerza por el PAN dos contendientes: Santiago Creel y la senadora Lilly Téllez.
La propuesta de Marko Cortés de recabar 1 millón de firmas por aspirante, fue vista como una estrategia para sacar de la jugada a la periodista.
Sin embargo, en Accion Nacional no está todo dicho. Lilly Téllez ni se acongoja ni se intimida. Va con todo y hasta donde tope.
De hecho, este fin de semana un grupo de 15 ex gobernadores del PAN, incluido el ex presidente Vicente Fox emitieron un pronunciamiento al respecto.
Mediante un desplegado urgieron a una mesa de diálogo para escoger al candidato que los representará en 2024.
Sin embargo, en el partido azul las cosas están hechas para empujar a Creel. Más bien, se trata del poder tras el trono. Desde la época de Ricardo Anaya, Creel es quien manda.
Por el lado del PRI, hay aspirantes de sobra como Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu, Federico de la Madrid y José Ángel Gurría.
El más reciente destape fue el del dirigente nacional priista, Alejandro Moreno, quien buscará que su partido encabece la Alianza Va Por México.
Por el PRD –otro de los aliancistas- está fuerte el ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, pese a no haber realizado un mayor despliegue de su imagen.
El hecho es que en estos días se reunirán los dirigentes del PRI, PAN y PRD para iniciar el proceso de definición del método de elección del candidato.
La apuesta es también incluir la figura de gobiernos de coalición, un mecanismo constitucional al que le tiene pavor Morena.
Nada que huela a pluralidad en el ejercicio gubernamental ha pasado por la cabeza de los morenistas.
Lo raro es que no reflexionan que, en 2024 no se repetirá 2018.
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