A tambor batiente Morena y el Presidente Andrés Manuel López Obrador iniciaron la campaña rumbo a 2024, con más de dos meses y medio de anticipación.
Pero en realidad, el proceso electoral inicia hasta septiembre. ¿Por qué la 4T se adelantó?
Por lo tanto, todos los aspirantes de Morena que se han anticipado están en la cuerda floja. Han violado la normatividad electoral.
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, no da lugar a equivocación o interpretación alguna.
El Artículo 445, es claro: “Constituyen infracciones de los aspirantes, precandidatos o candidatos a cargos de elección popular a la presente ley”:
Quiénes estén ubicados en “la realización de actos anticipados de precampaña o campaña, según sea el caso”.
Además, el Artículo 456, inciso a), fracción III, precisa que la infracción puede alcanzar “la reducción de hasta el cincuenta por ciento de las ministraciones del financiamiento público”.
Los participantes han argumentado que no violan la ley con el falso argumento de que no es periodo electoral.
Disfrazan dichas campañas con artimañas que ni ellos mismos se creen, al ser exhibidos cuando les corean “presidente” o presidenta”.
Desde el momento en que López Obrador los destapó, inició una carrera imparable rumbo a 2024.
La clase política respira, escucha, observa y discute lo supuestamente avanzados que van los morenistas y sus aspirantes.
Incluso, minimizan a la oposición. “No se ven por ningún lado”, critican connotados analistas. “Están desaparecidos”, apuntan otros.
Pero exaltan una y otra vez la popularidad construida con recursos de procedencia desconocida de los sucesores de López Obrador.
Con sólo revisar las leyes electorales en la materia, deberían tener claro que este no es momento de hacer campaña.
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, es clara en ese sentido, como también la Ley General en Materia de Delitos Electorales.
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, establece sanciones y multas por actos anticipados de campaña y uso de recursos públicos.
El país está saturado de guinda promocionando a los aspirantes con el eslogan #Es tal o cual.
López Obrador se ha convertido en el principal infractor. En Palacio Nacional destapó a sus aspirantes, los apodó “corcholatas”, llamó a votar por su partido y dijo que se acabó el “dedazo”.
Desde su despacho trazó y ordenó la ruta a seguir por los que aspiran a su cargo. “Vamos bien y hay muy buenos cuadros”, presumió ayer.
Incluso se reunirá con su gabinete en Palacio, donde definirá quiénes se quedarán con él hasta el final del sexenio y los que serán candidatos.
Sobre todo porque el próximo año también se renovarán nueve gubernaturas y el Congreso de la Unión por completo, equivalente a 628 cargos.
Así es que Palacio Nacional se alzó como casa de campaña y oficinas del partido oficial.
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