Rebeca Marín
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró los resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que indican que se redujo el porcentaje de las personas en situación de pobreza en cerca de 5.6 por ciento, o sea que pasó de 51.9 millones de personas en 2018 a 46.8 millones para 2022.
“Ha funcionado nuestra estrategia que se resume primero los pobres”, dijo el mandatario federal en su conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Sin embargo, el presidente López Obrador negó que hubiera aumentado la pobreza extrema y subrayó que el resultado del Coneval “es extraordinario”, principalmente porque dijo que se viene saliendo de la pandemia.
“Ayer el Coneval también reafirmó de que había una disminución de la pobreza y de la desigualdad en el tiempo que llevamos en el gobierno. No nos van a poder quitar esta alegria de que halla menos pobres”, dijo López Obrador en su mañanera.
Sin embargo, los datos del Coneval revelan que subieron las carencias sociales de los mexicanos, principalmente en educación y salud.
En carencias sociales, el Consejo indica que se incrementó en 3 por ciento el número de mexicanos. Entre el período de 2018 y 2022, se pasó de 25 millones de personas a 32.1 millones, respectivamente.
En Salud, en ese mismo período de 4 años, se duplicó el número de epersonas sin acceso a este servicio, de 16 por ciento a 39 por ciento, lo que significa que, actualmente 50.4 millones de personas no tienen acceso a la salud.
Sin embargo, el mandatario federal insistió en qué “hay menos pobreza y menos desigualdad en nuestro país” y ese es el objetivo de cualquier gobierno.
El jefe del Ejecutivo federal destacó mediante una gráfica donde se aprecia que el descenso en el número de pobres se redujo desde que gobernaba su predecesor Enrique Peña Nieto e hizo énfasis en la reducción que se registró en estos dos últimos años. No obstante, según especialistas, esta reducción tiene que ver con el incremento al salario mínimo.
Este viernes, se publicó que 30 millones de mexicanos perdieron su acceso a salud y, al cierre del año ya eran más de 50 millones de personas las que no podían atender sus enfermedades.
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