Martín Aguilar
Al menos 296 personas murieron y otras 153 resultaron heridas en diferentes localidades marroquíes a causa del terremoto de magnitud 7 ocurrido en la noche del viernes con epicentro a 60 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.
Según informó el Ministerio del Interior marroquí en una nota, hasta las 2:00 hora local (GMT+1) se registraron fallecidos en las provincias y prefecturas de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant.
Autoridades mexicanas pidieron a las y los connacionales en ese país estar atentos a las indicaciones de las autoridades locales.
Sin reportar hasta ahora personas mexicanas sin vida, la embajadora de México en Marruecos, Mabel Gómez Oliver, exhortó a que tomen nota de los datos de emergencia en caso de que necesiten asistencia o protección consular a causa del sismo.
“El número de protección de la Embajada de México en Marruecos es +212 6 10 21 30 00”, informó.
«Según un balance provisional, este sismo provocó la muerte de 296 personas en las provincias y municipios de Al Hauz, Marrakech, Uarzazat, Azilal, Chichaoua y Tarudant», dijo el ministerio en un comunicado.
El Ministerio del Interior de Marruecos reportó que la mayoría de los daños ocurrieron fuera de las ciudades y pueblos.
Los marroquíes publicaron videos que mostraban edificios reducidos a escombros y polvo, y partes de las famosas murallas rojas que rodean la antigua ciudad de Marrakech, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dañadas. Turistas y otras personas publicaron videos de personas gritando y evacuando restaurantes en la ciudad mientras sonaba música de algunos clubes.
Los informes sobre daños y víctimas a menudo tardan en filtrarse después de muchos terremotos, particularmente aquellos que ocurren en medio de la noche.
En lugar de regresar a los edificios de concreto, hombres, mujeres y niños permanecieron en las calles, preocupados por las réplicas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que el terremoto tuvo una magnitud preliminar de 6,8 cuando se produjo a las 23:11 horas (22:11 GMT), con sacudidas que duraron varios segundos. La Red Nacional de Vigilancia y Alerta Sísmica de Marruecos lo midió en 7 en la escala de Richter. La agencia estadounidense informó de una réplica de magnitud 4.9 19 minutos después.
Las variaciones en las primeras mediciones son comunes, aunque cualquiera de las lecturas sería la más fuerte de Marruecos en años. Aunque los terremotos son relativamente raros en el norte de África, un temblor de magnitud 5.8 se produjo cerca de Agadir y causó miles de muertes en 1960.
El epicentro del temblor del viernes se produjo en lo alto de las montañas del Atlas, aproximadamente a 70 kilómetros (43.5 millas) al sur de Marrakech. También estaba cerca de Toubkal, el pico más alto del norte de África y de Oukaimeden, una popular estación de esquí marroquí.
El USGS dijo que el epicentro se encontraba a 18 kilómetros (11 millas) debajo de la superficie de la Tierra, mientras que la agencia sísmica de Marruecos lo situó a 8 kilómetros (5 millas) de profundidad.
Más allá de los informes sobre la magnitud del terremoto, ni los funcionarios marroquíes ni la MAP, la agencia de noticias oficial de Marruecos, habían publicado ninguna información sobre víctimas o daños hasta la madrugada del sábado. Los funcionarios gubernamentales suelen utilizar la agencia para comunicar información sobre asuntos importantes.
El terremoto se sintió en lugares tan lejanos como Portugal y Argelia, según el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera y la agencia de Defensa Civil de Argelia, que supervisa la respuesta de emergencia.
«Sobre las 23H00, sentimos una sacudida muy violenta, me di cuenta de que era un terremoto. Veía los edificios que se movían. No tenemos los reflejos de este tipo de situación. Después salí y había mucha gente fuera», explicó Abdelhak el Amrani, un habitante de 33 años de Marrakech, por teléfono a la AFP.
«La gente estaba conmocionada y en pánico. Los niños lloraban, los padres estaban desamparados», dijo Amrani, quien reportó una caída de la electricidad y la conexión telefónica durante 10 minutos.
Fayssal Badour, de 58 años, conducía de regreso a su casa cuando se produjo el terremoto. «Me detuve y me di cuenta de la catástrofe. Era muy grave. Los gritos y los lloros eran insoportables», relató.
«No hay mucho daño, más pánico», dijo un residente de Esauira, a 200 km de Marrakech, por teléfono a la AFP. «La gente está en las plazas, en los cafés, prefiere dormir al descubierto», agregó.
El sismo también se notó en varias provincias del oeste de Argelia, el país vecino, pero su departamento de defensa civil descartó daños o víctimas.
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