La violencia contra la prensa en México se ha exacerbado desde el poder, donde el Estado se ha convertido en el principal agresor.
El periodismo ha sido objeto de 287 agresiones de manera directa por el Estado -sólo en el 2023-, con un 51.16% del total.
En su informe ¿Cambio o Continuidad? Violencia contra la Prensa en México en 2023, la organización Artículo 19, registró 561 agresiones.
Al encontrarse México en pleno proceso electoral, Artículo 19 destaca la violencia ejercida en contra del periodismo al año previo a la elección de 2024.
Después de Israel y los territorios ocupados de Palestina, con los asesinatos aquí registrados, México se ubicó como uno de los países más letales para ejercer el periodismo en 2023.
¿Cómo se agredió a la prensa? La tipología de violencia que han sufrido periodistas y medios de comunicación ha seguido un patrón único.
Las tres categorías de agresiones más documentadas fueron: intimidaciones y hostigamientos; uso ilegítimo del poder público, a través de la estigmatización y el acoso judicial, así como las amenazas en la esfera física y digital.
Las cifras de estas tres categorías de agresiones representan el 58.82% del total de hechos violentos que fueron registrados este año.
La intimidación y hostigamiento se posicionó como la embestida más común en contra de periodistas y medios de comunicación, con 124 casos documentados, o 22.10% del total.
Además, las intimidaciones pueden ser casos tanto en línea como en el espacio físico en donde, a través de comunicaciones o actos, se busca generar temor a la prensa para que ésta deje de cubrir o publicar.
Por su parte, el uso ilegítimo del poder público se ubicó como la segunda agresión más frecuente durante 2023, con 106 casos documentados (18.89%). Esta tipología de agresión representa una tendencia al alza.
Para todo el que esté atento a las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador le son ajenos los ataques a la prensa.
Artículo 19 sólo refleja la actitud hostil que el mandatario ha ejercido prácticamente en todas sus conferencias.
Para el Presidente las críticas a su gestión por la prensa son actitudes de venganza del conservadurismo.
Sin embargo, cuando sus informadores gestores le aplauden, son la excepción.
Arguye que se respeta la libertad de expresión, pero todos los días la censura y ataca.
En estos días Pió, el hermano del Presidente fue duramente criticado por demandar al periodista Carlos Loret de Mola por 200 millones de pesos.
¿Más claro el abuso desde el poder?
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