El Presidente Andrés Manuel López Obrador posee una impresionante habilidad para hacer populares a quienes rechaza o ve como adversarios.
Por ejemplo, nunca acató la orden de un juez para concederle el derecho de réplica a la senadora Xóchitl Gálvez.
Literal, el Presidente le cerró las puertas de Palacio Nacional, hecho que aprovechó la hidalguense para magnificar su figura.
Xóchitl aún no figuraba entre los aspirantes a la Presidencia. De hecho, tampoco se encontraba entre los potenciales contendientes para la jefatura de gobierno.
Pero el activismo que caracteriza a Gálvez, y el constante rechazo de López Obrador, pronto la convirtieron en la figura pública que alcanzó la candidatura opositora.
El pasado lunes 18 de marzo, la activista Ceci Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora, acudió a Palacio Nacional.
Flores tocó la puerta de la sede del Poder Ejecutivo. No tuvo respuesta. El Presidente dijo que no la recibiría.
La mujer llevaba consigo una pala con la que ha recorrido el país en busca de seres desaparecidos.
Dijo que buscaba entregarle a López Obrador la “pala de mando”, para que asumiera su responsabilidad de buscar a los desaparecidos.
“Ah, pues aquí que me la entregue, que me la deje aquí”, dijo con marcado desparpajo el mandatario.
Pero Ceci le adelantó la estrategia a López Obrador: “si él no me recibe el día de hoy, voy a volver; y si no me recibe las otras veces, lo voy a perseguir”.
Y se lo cumplió. Al día siguiente –hábil como es- llegó vestida de beisbolista, en alusión a la afición y apoyo que le ha dado su gobierno a ese deporte.
Flores, aprovechó para demandarle a Claudia Sheinbaum que la acompañe en la búsqueda de desaparecidos. “Sienta ese México que está escondido”, le dijo.
La aspirante presidencial le respondió de inmediato en tono obradorista: “es mejor avanzar hacia el diálogo, porque es mejor hacer propuestas que criticar”.
Ceci Flores fue nota toda la semana. Y fue hasta ayer que el Presidente cedió a la exigencia de la madre buscadora.
Sin embargo, manifestó que la recibirá hasta después de que pasen las elecciones, es decir, dentro de más de dos meses.
Y sin contar con la información correcta, López Obrador acusó a Ceci de haber visitado al rey de España para ser reconocida.
¿Hay un delito en eso? De entrada el dato fue falso. Buscó corregirlo pero ya había lanzado su dardo crítico envenenado.
Ceci ya era reconocida por su lucha incansable. Ahora lo es más. López Obrador la recibirá cuando él diga.
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