Rebeca Marín
La población de la mariposa Monarca ha ido disminuyendo como consecuencia del uso de plaguicidas y agrotóxicos, advirtió la Secretaria del Campo del Estado de México, María Eugenia Rojano Valdés.
Al participar en el Encuentro Estatal para la Conservación de la Mariposa Monarca, convocado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), la funcionaria manifestó que la utilización de insecticidas ha ido exterminando a estos ejemplares a lo largo de su recorrido desde Canadá hasta México.
Ante tal situación, pidió al Poder Legislativo, a la academia y el gobierno federal realizar un inmediato trabajo en conjunto para proteger los bosques del uso de plaguicidas y agrotóxicos, fuentes de exterminio de la mariposa Monarca en las últimas décadas.
“En estas últimas décadas hemos sido testigos de la disminución alarmante de su población debido a la destrucción de sus hábitats y como también se ha comentado, tiene que ver con las grandes empresas en el uso de agroquímicos, en el uso de insecticidas que van exterminándolas a lo largo de su recorrido”, dijo.
Recordó que en 2022 se reconoció que la especie está en peligro de extinción, por eso se debe proteger a lo largo de su trayecto de Canadá hasta México.
“La mariposa no sólo es un emblema de nuestros ecosistemas, también tiene un rol crucial porque al igual que las abejas, contribuye a la polinización asegurando la diversidad biológica”, puntualizó.
Agregó que el gobierno del Estado de México es consciente de la situación y se debe trabajar en conjunto para recuperar las áreas vitales para la mariposa y todos los polinizadores, así como dar ese cambio en el sector agrícola.
“Tendrá que ser en cooperación con ustedes, con la academia, los investigadores, el Poder Legislativo, el Gobierno Estatal y por supuesto el Gobierno Federal para que entre todas y todos podamos generar esa línea de acción para proteger este insecto tan maravilloso”, precisó.
Por su parte, Alma Diana Tapia Maya, directora de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), explicó que cada año millones de mariposas monarcas viajan desde el norte de América hasta los bosques de oyameles y pinos del Estado México, donde las comunidades, autoridades y universidades trabajan en conjunto para preservar los santuarios.
“Este esfuerzo necesita de todos nosotros, los invito a reflexionar sobre qué podemos hacer cada uno. Quizá es a través de la reforestación, apoyando iniciativas que protejan su hábitat o haciendo pequeños cambios en la vida diaria para reducir el uso de pesticidas, invertir tiempo en la educación e informar a aquellos que nos rodean sobre la importancia de estas mariposas y rol en el equilibrio de la naturaleza”, dijo.
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