La tarde de este jueves, reporteros de los diferentes medios de comunicación acudieron a realizar la cobertura de una balacera en las inmediaciones de la colonia Tepalcates en la alcaldía Iztapalapa, donde un supuesto narcomenudista fue abatido por policías y un efectivo de inteligencia resultó gravemente herido.
Mientras se llevaban a cabo los peritajes al interior de la Unidad Habitacional Santa Teresa, un grupo de policías vestidos de civil, discutían con una madre de familia bajo una lona que se encontraba en la acera de enfrente de donde ocurrió el tiroteo.
La mujer molesta reclamaba por como los policías irrumpieron en su casa y habían sacado sus partencias de sus clósets y cajones, además de que objetos de valor fueron robados, pero lo que más la tenía alterada es que uno de sus pequeños de tan solo 10 años fue apuntado con un arma por los oficiales.
Los reporteros de La Prensa y El Reforma se encontraban cerca del grupo que discutía, fue entonces que se percataron del momento en el que el mando de policías preventivos, identificado como Jefe Corsario, en la discusión, le soltó un golpe a la mujer que intentó grabarlo.
Esto provocó que ella y su hermana comenzarán a gritar palabras altisonantes en contra de su agresor y los demás policías, fue entonces que en el momento en que la afectada se distrajo un efectivo por la espalda le arrebató el celular.
Todo el acto quedó captado en video por el celular de uno de los reporteros por lo que los oficiales de inmediato se acercaron de manera agresiva y de manera nada cordial preguntaron, «¿quién eres y que te crees para estar grabando?», para evitar malos entendidos ambos reporteros mencionaron ser prensa y al tratar de identificarse con las credenciales fueron agredidos.
Los uniformados agarraron al reportero y le hicieron una llave al cuello para así tratar de asfixiarlo y despojarlo de su teléfono celular, mientras que a la reportera de este medio la sometieron y la aventaron hacia un lado para poder seguir agrediendo al compañero.
Esto causó un enfrentamiento a golpes y jalones entre los representantes de los medios y los oficiales.
Mientras el reportero era sostenido aún por la espalda, el policía de Inteligencia que vestía una playera de los Pumas, le arrebató el celular y trató de escapar del lugar abordando un vehículo donde viajaba como copiloto, pero la vecina afectada y los demás reporteros se pararon frente a la unidad para detener su avance.
Luego de varios minutos de discusión el celular le fue devuelto al reportero y a la madre de los menores.
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