Rebeca Marín
El Aeropuerto de Tapachula, concesionado a Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), deberá continuar con su plan de rehabilitación, solicitó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Hace dos años, el mandatario pidió a la empresa mejorar las condiciones de la terminal aérea y amenazó con retirarle la concesión.
“Si ellos no están en condiciones de modernizarlo, que nos entreguen la concesión. lo estoy diciendo para que el concesionario tome nota, como se dice coloquialmente, se ponga las pilas y que modernice ese aeropuerto; estoy pidiendo de manera muy respetuosa a quien tiene la concesión que se aplique a fondo”, dijo. Como respuesta, la subsidiaria promovió un proyecto de mejora para quitar la flora y fauna de la zona.
Ese mismo año, en diciembre, a Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para poder cambiar el uso de suelo forestal, en algunas zonas del terreno y dar pie a la intervención.
En el documento se estableció un periodo de 12 meses para preparar el sitio, por lo que las labores debieron haber comenzado a finales del año pasado.
En ellas se contempla remover la vegetación y realizar construcción. Posteriormente, se realizará operación y mantenimiento por un periodo de vigencia de 50 años.
En la conferencia de prensa mañanera del 10 de marzo, AMLO reiteró el llamado de atención a Chico Pardo, presidente del Consejo de Administración de Asur, para hacer las labores de rehabilitación, pero explicó que ya no tenían intención de retirarle la concesión.
“Lo que queremos es que lo arregle como lo merece Tapachula, además es un aeropuerto estratégico, celebró que vuele Volaris, Aeroméxico y Vivaaerobus”.
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