Rebeca Martín
En las 16 alcaldías de la metrópoli las azoteas, terrazas, patios comunes de edificios y garajes, se han convertido en puntos de venta de bebidas alcohólicas denominados chelerías, sin que cuenten en su mayoría con permisos lo que deja en claro que los propietarios de esos lugares actúan en complicidad con servidores públicos, denunció la presidente de la Comisión de Desarrollo Económico del Congreso de la Ciudad de México, Esther Silvia Sánchez Barrios.
Por lo anterior, aseguró que en las demarcaciones territoriales la corrupción se ha enquistado entre los que ostentan puestos medios, lo que se suma a la falta de una reglamentación adecuada que identifique las responsabilidades de los comerciantes.
“Se ha permitido la proliferación de chelerías y prácticamente son ratoneras los lugares donde se expenden bebidas alcohólicas, principalmente cerveza en sus distintas modalidades, sin que cuenten con los requisitos ni las obligaciones del resto de establecimientos mercantiles, lo que pone en riesgo a los capitalinos que viven y transitan en las cercanías de esos negocios”, precisó la integrante de la bancada del PRI en el Poder Legislativo local.
Lamentó que no haya una aplicación de la ley por parte de las alcaldías en coordinación con las autoridades del gobierno citadino, al tiempo que comentó que la demanda de este tipo de lugares va en aumento tras concluir el periodo de aislamiento por la pandemia a causa del Covid-19, con todo y los problemas que puedan ocasionar.
Delineó que ha surgido una modalidad de convivencia en esos lugares y, se han detectado varios domicilios en los que se opera de esta forma, al ser fácil disfrazar como una fiesta particular.
Mediante una proposición con punto de acuerdo que se presentó ante la Comisión Permanente del Congreso, la legisladora del tricolor exhortó a las 16 alcaldías, para que en coordinación con las autoridades del gobierno de la capital, en apego a sus atribuciones, identifiquen en visitas de verificación los puntos de venta de bebidas alcohólicas irregulares sin permiso y que no estén clasificados como giros de impacto vecinal y de impacto zonal, previstos en la Ley de Establecimientos Mercantiles para la Ciudad de México, y procedan a clausurar el inmueble principalmente los que están en las terrazas.
Además, consideró importante que se aplique la reglamentación porque la ilegalidad de esos lugares facilita toda una serie de riesgos para la salud y para la seguridad ciudadana, “porque toda clase de ciudadanos incluidos menores de edad acceden a alimentos y bebidas con falta de controles de calidad, así como sustancias adulteradas, causando riesgos para su salud”.
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