El herrero, Mauricio “L”, de 59 años de edad, fue ultimado a golpes y puñaladas en su domicilio, localizado en la Colonia Valle de Luces en la Alcaldía de Iztapalapa. El hombre recibió una serie de lesiones en el rostro, pecho y abdomen que le fueron ocasionadas con un arma punzocortante, por lo que su cuerpo quedó en un charco de sangre.
Autoridades ministeriales y periciales, así como agentes de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México continúan con las pesquisas a fin de aclarar el crimen. Él o los homicidas también se llevaron una pantalla de 60 pulgadas.
Los encargados de las investigaciones presumen que el crimen fue cometido de manera directa por alguna venganza; sin embargo, los avances de las indagatorias determinarán los motivos por los que fue ultimado.
En la Carpeta de Investigación CI-FIEDH/2/UI-1 C/D/00438 /12-2021 se encuentra asentado que la mañana de este lunes fue hallado el cuerpo del herrero Mauricio “L”, por familiares, por lo que de inmediato solicitaron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía.
El cuerpo de Mauricio quedó en el piso y en medio de un charco de sangre, del domicilio ubicado en la calle de Fuego Fauto, Colonia Valle de Luces en Iztapalapa, debido a que presentaba una serie de lesiones en diferentes partes del cuerpo, que le fueron ocasionadas con un arma punzocortante, las cuales le cortaron la existencia.
Beatriz, hermana del ahora occiso declaró a la policía que hoy por la mañana Mauricio la iba a pasar a recogerla a su hogar para que ambos fueran a realizar algunos trámites. Debido a que después de las 7:30 horas no llegaba, empezó a marcarle a su celular y al no obtener respuesta, decidió acudir a buscarlo.
Para poder ingresar al domicilio le habló al señor Federico “O”, quien tenía llaves, debido a que se encargaría de realizar reparaciones del inmueble. Al ingresar observaron manchas de sangre, por lo que al notar evidencias de violencia se salieron y pidieron la intervención de la policía.
Fue entonces cuando los elementos policiacos descubrieron el cuerpo de Mauricio. La escena del crimen fue acordonada por la policía preventiva, en tanto que peritos y el Ministerio Público se dieron a la tarea de realizar la inspección ocular y tras recoger toda evidencia que los lleve al esclarecimiento del crimen, el cadáver fue trasladado al anfiteatro de la fiscalía en Iztapalapa, donde se continúa con las indagaciones a fin de aclarar la muerte del herrero Mauricio.
