Taxistas del AICM denuncian corrupción de los directivos

Rebeca Marín

Trabajadores y Permisionarios de taxis en al aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, demandan mayor seguridad de trabajo y que se acabe con la corrupción de las directivas de la diferentes asociaciones, que operan el servicio, ya que con métodos gansteriles, reprimen, intimidan y amenazan para mantener el control. 

A éstas se les responsabilizará de lo que les pase a los Permisionarios, Trabajadores y a las propias Autoridades, denuncian un Comité de afiliados al Sindicato Nacional del Transporte de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR). 

Los afectados exhiben que uno de los principales problemas es la gran deuda millonaria que tienen con el AICM, generada por la falta de pago de la contraprestación para la operación del servicio, que tienen las administraciones de las asociaciones que representan a los permisionarios. 

Recursos que les cobran a los permisionarios, pero que estas administraciones no pagan al Aeropuerto, enriqueciéndose ilegalmente. 

Detallaron que en la reunión informativa realizada con el Subdirector de Terminal y Supervisión de Transportación Terrestre del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, Oscar Ernie Orozco Perea, comunicó lo que están haciendo las autoridades para resolver los problemas. 

Así como las acciones que se impulsarán con el fin de mejorar el servicio de taxis para que esté a la altura de los mejores del mundo. 

Igualmente señalaron problemas como la operación ilegal de conductores de las diferentes plataformas como Uber, Didi y Cabify, el pase de la revista vehicular, la renovación del parque vehicular por falta de recursos, entre otros. 

En la reunión estuvo presente el Presidente del Congreso del Trabajo Reyes Soberanis en respaldo a los Trabajadores que están afiliados a la Organización Sindical, a fin de dar todo el apoyo a las Autoridades y ser factor de solución para resolver los problemas que existen en este sector. 

Los permisionarios demandan que ellos nunca han dejado de pagar lo que les corresponde a sus directivas y que el problema está en las administraciones de las asociaciones que se quedan con el dinero, expresando la gran preocupación de que por malos manejos puedan perder sus concesiones.