Tras la sistemática confrontación del presidente López Obrador contra todos lo ha llevado a una pérdida de 7.8 puntos de popularidad.
El mago de la manipulación ha hecho maroma y teatro para intentar recuperar popularidad.
Pero tal parece que ahora su declive es inminente. Nada parece funcionar. Ni la ira que desata contra periodistas y medios de comunicación.
Como jefe de gobierno, siempre marcó la agenda nacional. Iba un paso delante de Vicente Fox.
Desde entonces y hasta 2018, sus declaraciones siempre fueron replicadas, tanto en medios tradicionales como virtuales.
En su triunfo como presidente, mucho tuvo que ver el respaldo recibido en las «benditas redes sociales».
Pero parece que hoy la suerte le ha cambiado. Las redes sociales ya no son benditas.
Los medios de comunicación afines son casos, lo mismo los periodistas que le hacen preguntas cómodas.
Desde el punto de vista mediático, el presidente aún marca la agenda política por el poderoso escenario de sus conferencias.
En promedio habla dos horas al día. Aborda diversos temas. Crea o encuentra la polémica.
La diferencia en estas fechas radica en que la agenda que marca le resulta con dividendos negativos.
Ahora en las redes sociales el 90% de los comentarios son en contra de su gobierno, Morena y la 4T.
La última evaluación de México Elige puso el dedo en la llaga. Exhibió que López Obrador tiene 58.3% de aprobación contra el 66% del mes anterior.
Al calificar su administración, la consultoría la calificó con un 55,2% en contra del 62,4% del mes anterior.
La empresa Compaigns & Elections México también arroja datos interesantes en su sondeo del pasado 9 de febrero.
Realizó 4 mil 800 entrevistas a través de una operadora robotizada en la Ciudad de México con un margen de error de 1.5% para un intervalo de confianza del 95%.
Ahí arrojó que la 27% opinó que López Obrador tiene mal desempeño como presidente; el 16% dijo que es «muy malo». Estos negativos suman un 43%.
Sólo el 17% respondió que es «muy bueno» su trabajo; el 30% lo dejó en «bueno». Esa suma arroja 47%.
Estos datos son de vital importancia, debido a que la Ciudad de México había sido considerada el principal bastión del presidente y de Morena.
Pero la suerte les cambió en 2021 al perder 9 de 16 alcaldías, además de la mayoría absoluta en el Congreso capitalino.
De acuerdo a ese estudio, actualmente Morena tiene en la capital una aceptación del 38%; seguido del PAN con 24%; PRD, con 12%; PRI, con 11% y Movimiento Ciudadano, con 3%.
La suma de PAN, PRD y PRI es del 47%, lo cual le daría el triunfo al bloque opositor si hoy resultaron las elecciones para jefe de gobierno.
Así es como se entiende la paranoia del presidente y de su partido en las últimas fechas.
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