Martín Aguilar
El Congreso de la Ciudad de México, por consenso de los diputados de las ocho fracciones y asociaciones parlamentarias, exhortó a las 16 alcaldías de la Ciudad de México para que efectúen diversas acciones en materia de bienestar animal, en coordinación con autoridades de la Agencia de Atención Animal (AGATAN) y de la Secretaría de Salud (SEDESA).
Por disposición del Poder Legislativo local, en las demarcaciones territoriales se deberán promover y realizar campañas permanentes y gratuitas de adopción, esterilización, desparasitación y vacunación de animales domésticos y en situación de calle.
Con base a la propuesta que se aceptó de la legisladora morenista Marcela Fuente Castillo, se solicita dar cumplimiento a lo previsto en el artículo 134 bis de la Ley Orgánica de las Alcaldías de la Ciudad de México, el cual indica que se destinará el 0.1 por ciento del presupuesto público para la esterilización obligatoria, masiva y gratuita de animales.
Resulta que la Constitución Política de la Ciudad de México, en su artículo 13, reconoce que los animales como seres sintientes deben recibir trato digno, por lo que su cuidado es un asunto de responsabilidad ciudadana.
“En la Constitución local retomamos el sentido de las teorías que tienen como fin evitar el sufrimiento de los seres sintientes, por lo que la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México considera como su objeto el proteger a los animales, garantizar su bienestar, buen trato, alojamiento, desarrollo natural y salud”, declaró la representante popular de Morena.
Por su parte, la coordinadora de la asociación parlamentaria Mujeres Demócratas en el recinto de Donceles y Allende, Elizabeth Mateos Hernández, detalló que la situación de abandono de seres sintientes se ha vuelto un problema de salud pública, en virtud de que se estima que los perros callejeros generan diariamente el equivalente a media tonelada de heces fecales.
Expuso que los animales abandonados sufren hambre, frío, falta de agua, violencia y están expuestos a sufrir traumatismos generados por accidentes; además, al no estar esterilizados se reproducen constantemente.
Señaló que los lomitos callejeros han sido utilizados para comercializar “de manera brutal”, al tiempo que recordó que en Nezahualcóyotl, se detectó la práctica de engordarlos con presuntos fines de distribución en alimentos.
Mateos Hernández, aludió al caso denunciado por habitantes de la colonia Mariano Escobedo en Tultitlán, Estado de México, quienes señalaron maltrato animal al interior de una vivienda.
Abundó que los primeros reportes indicaron que dos sujetos se dedicaban a matar perros para venderlos en tacos afuera del Metro Tacuba en la capital.
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