Martín Aguilar
Las personas titulares de las 16 alcaldías fueron exhortadas por el Congreso de la Ciudad de México para que participen en las acciones de señalización de los topes viales, debido a que por lo general no son vistos con oportunidad por los automovilistas y ello causa accidentes, así como daños a sus unidades.
El exhorto acodado por el Poder Legislativo local, va dirigido a que los responsables de las demarcaciones, junto con la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) del gobierno capitalino, efectúen acciones de mantenimiento en las vías primarias y secundarias, en específico, el balizamiento de los reductores de velocidad, conocidos como topes, así como de las guarniciones y señalamientos que lo requieran.
Al respecto, la diputada del PRI, Guadalupe Barrón Hernández, quien preside la Comisión de Alcaldías y Límites Territoriales del Congreso, expuso que la movilidad en la capital puede resultar caótica por la concentración de vehículos, la mala calidad de las vialidades y los nudos ocasionados por el tráfico.
Dio cuenta que los topes, bolardos, vialetas, vados y vibradores, coadyuvan a reducir la velocidad de los automotores, pero es necesario que se encuentren correctamente señalados. “Es importante garantizar un buen balizamiento de estas herramientas o medidas de seguridad”, sostuvo.
La proposición que dio origen al dictamen aprobado fue suscrita por la vicecoordinadora de la bancada del Revolucionario Institucional, Mónica Fernández César, quien informó que en diversos recorridos advirtió la constante ausencia de balizamiento de los reductores de velocidad, lo cual puede derivar en accidentes que pongan en riesgo a las personas.
Mencionó que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), menos del 45 por ciento de las calles y manzanas de la capital cuentan con un tránsito idóneo para el peatón, mientras que, en 5 de las 16 alcaldías, la mitad de las colonias no cuentan con reductores de velocidad.
Para los congresistas, resulta fundamental el garantizar el balizamiento de los reductores de velocidad como medida de seguridad, en lo que deben participar tanto las demarcaciones como la SOBSE, con el reconocimiento de que algunos topes representan un riesgo para los automovilistas.
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