Ante la fría mirada de su esposa, un expresidiario fue ejecutado de ocho balazos en la cabeza por uno de dos sujetos, que lo interceptaron en los momentos en que se disponía a atender un puesto de postres en la Colonia La Perla de este municipio.
Cometido el crimen, los sicarios se dieron a la fuga a bordo de una motocicleta, por lo que siguen siendo buscados por policías del gabinete de seguridad del gobierno del Estado de México.
Tras recibir la serie de disparos de arma de fuego, el expresidiario, de 27 años de edad quedó tendido en el piso boca abajo sobre la guarnición de la banqueta, frente al número 131 de la calle Framboyanes.
Reportes policíacos municipales señalan que, al caer la noche, la víctima, junto con su esposa se disponían a atender su negocio de venta de postres que se encontraba instalado sobre la calle Framboyanes, cuando sujetos a bordo de una motocicleta color blanca llegaron hasta ese lugar.
Al tenerlo a escasos metros de distancia, uno de los sujetos se acercó y le disparó con un arma de fuego en repetidas ocasiones. Ya en el piso, el sicario lo remató con otros disparos en la cabeza. Mientras que el asesino le disparaba al ex presidiario y comerciante, la esposa de éste se quedó atónita al ver la forma en que su esposo era privado de la vida.
Luego de ello, los matones aceleraron la velocidad para darse a la fuga. En tanto, algunos testigos pidieron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía.
Paramédicos de Rescate y Urgencias Prehospitalarias (RUPAC) a bordo de la unidad médica URV-08 a cargo de Luis Padilla certificaron el deceso del baleados y determinaron que presentaba al menos ocho heridas de arma de fuego todas en la cabeza, las cuales le cortaron la vida de manera instantánea.
Posteriormente policías municipales del Sector 12 La Perla acordonaron el lugar del crimen para que personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México llevará a cabo las diligencias.
La primera línea de investigación estaría relacionada sobre una venganza entre presuntos integrantes del crimen organizado, pues se presume que la víctima estuvo en prisión recluido en un centro penitenciario por los delitos de portación de arma de fuego, delitos contra la salud y uso indebido de insignias.
Sin embargo, las investigaciones continúan a fin de conocer los motivos reales por los que este hombre fue ultimado a balazos ante la mirada aterrada de su esposa, quien nada pudo hacer.
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