Desde la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó la derrota de la reforma eléctrica.
Todo el tiempo exigió que no se le moviera ni una coma a su proyecto denominado Ley Bartlett.
Esa intransigencia orilló a la oposición a cerrar filas y convertirse en un poderoso bloque.
Los integrantes de la Alianza Va Por México PAN-PRI-PRD, tampoco cedieron a las presiones del presidente.
Por todos lados, López Obrador buscó convencer a los priistas de apoyar su reforma. Pero no encontró eco.
Alejandro Moreno –dirigente nacional priista- convocó a sesión del Consejo Político para mandatar a su bancada votar en contra la iniciativa.
Previamente las bancadas del PAN y PRD habían adelantado su oposición a la propuesta obradorista.
El hecho es que para reformar la Constitución se requieren 334 votos de los 500 diputados. Morena y aliados solo suman 277.
Por eso, el pasado miércoles el presidente firmó una iniciativa de reformas a la Ley Minera, la cual no requiere mayoría calificada.
En consideración a que el bloque opositor no cedería, adelantó que «si hay traición de los legisladores», ya firmó la iniciativa citada.
Durante la atropellada sesión de este domingo, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, confirmó lo dicho por el mandatario.
Informó que, en el transcurso de la sesión, López Obrador haría llegar su iniciativa de reformas a la Ley Minera.
Incluso, los legisladores acordaron sesionar este lunes 18 de abril para discutir y votar el proyecto.
La desesperación de la bancada del gobierno llevó a solicitar que las diputadas Edna Díaz del PRD y Margarita Zavala del PAN, se excusaran de participar en la votación.
Dicha actitud fue calificada como una «dictadura» por algunos, en tanto que otros señalaron al Partido Morena «como los nazis».
El hecho es que esta legislatura no pudo ser doblegada por el presidente. Dejó de ser oficialía de partes, tal y como sucedió en la primera parte del actual gobierno.
La lección es que en adelante el presidente deberá ser cauteloso cuando de reformas a la Constitución se trate.
Es claro que ha menguado el poder del presidente. Creció la oposición y se ubicó cada partido en su espectro.
El PRD recuperó espacio en la izquierda que pretendía patentar Morena.
Discussion about this post