El programa de seguridad social anunciado por el Presidente López Obrador para los reporteros independientes ha provocado desconfianza.
Difícilmente se le puede creer al mandatario una ayuda de esa naturaleza, cuando todos los días ataca, amenaza e intimida a periodistas.
En lo que va de su gobierno suman 36 asesinados, 11 durante este 2022.
El discurso hostil ha polarizado a la sociedad y a grupos informales que se sienten con el derecho de atentar en contra del periodismo.
Durante los más de tres años el Presidente no ha dejado de denostar el trabajo informativo que lo cuestiona.
López Obrador y sus funcionarios presumen a los cuatro vientos que hay libertad de expresión, pero no dicen que también hay libertar para matar.
¿Cuál es el objetivo de su plan de ayuda a periodistas independientes? ¿Cooptarlos con 2 mil pesos al mes cuando otros programas incluyen el doble o más?
En realidad se trata de quedar bien en el exterior, con un programa que en nada ayudará a paliar las exigencias de los informadores.
Dicho proyecto a cargo del IMSS, tendrá un presupuesto de 760 millones de pesos, correspondiente al 25% de los 3 mil 40 millones de pesos destinados este año a contratar publicidad.
Es decir que el gobierno de López Obrador no destinará una partida especial, sino que sacrificará los ingresos destinados a los medios de comunicación en materia de publicidad.
En el fondo, el financiamiento de su plan lo estarían realizando las empresas de comunicación.
Además, llama la atención que los que pretendan el beneficio deberán pasar un filtro de un comité consultivo integrado por personas afines a la 4T o colaboradores del oficialismo.
Así es que se trata de un programa con pocos o nulos beneficios.
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