Los organismos autónomos “no le sirven al pueblo”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por lo tanto, anunció que enviará una iniciativa de ley para desaparecer todos los organismos autónomos. “Son onerosos y no sirven para nada”, afirmó.
De un plumazo el mandatario está echando por la borda décadas de lucha, principalmente de la izquierda.
Ya se consagró como un “peligro par México”, endilgado a su persona durante la época de Felipe Calderón.
En el fondo el mandatario se ha opuesto a los pesos y contrapesos necesarios en una democracia.
Ha mantenido sistemáticos ataques contra el Poder Judicial. Busca a toda costa doblegar a ministros y jueces, incluso que éstos sean electos en urnas.
Han sido constantes los recortes presupuestales al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife).
Su odio hacia el periodismo y medios de comunicación, lo demostró volcándose hacia Notimex, y orillando a los trabajadores a una huelga de casi cuatro años.
Con la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado está sometido al Poder Legislativo.
El lunes dijo que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) no le sirve al pueblo.
Lo mismo el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Así el talante autoritario.
Para el presidente se trata de instituciones inservibles, porque busca apuntalar su Presidencia como poder único y absoluto.
Es evidente que el mandatario le miente al pueblo, no respeta la Constitución, ni el Estado de derecho, mucho menos la división de poderes; destruye leyes e instituciones.
Carece de sentimientos. No se inmuta ante las masacres y tragedias, pero guarda respeto por el deceso de la madre de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.
López Obrador ha demostrado total insensibilidad porque ha abandonado los sectores que dice defender:
Dejó a millones de mexicanos sin medicamentos, a niños con cáncer sin tratamiento, cerró guarderías e instancias infantiles y refugios para mujeres violentadas.
Su ambición por el poder lo lleva a erigirse como candidato en su papel de presidente. Arenga a las masas. Es lo que mejor hace.
Va en la ruta a su ocaso. Se resiste, pero el tiempo es inexorable.
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