Diversos sectores de la sociedad empujan a la Alianza Va Por México, para que defina el método de elección de su candidato.
Aunque el PAN se mantiene firme en postular al aspirante para contender con cualquiera que surja del partido en el poder, no hay nada definitivo.
Donde hay más claridad, es en la Ciudad de México; ha avanzado en cuanto a que cada partido presente un aspirante.
Independientemente de qué fuerza política siga (postule), han empezado los escarceos como la recolección de firmas, encuestas o debates.
Críticos, analistas y representantes de diversos sectores urgen a que salga un candidato aliancista.
Su postura radica en que los aspirantes del régimen obradorista se pasean por todo el país y son punteros en las encuestas.
Pero ninguno repara en que aún está distante el inicio del proceso electoral. Faltan más de tres meses.
El hecho concreto es que las llamadas “corcholatas” han incurrido en un concierto de violaciones a las leyes electorales y no hay quién las detenga.
Para nada les importa inundar el país con bardas, anuncios espectaculares, volantes, pancartas, lonas y demás implementos de promoción.
Los paisajes se han visto colapsados con imágenes y nombres de aspirantes como si estos momentos viviéramos en plena etapa electoral.
Incluso el primer responsable de respetar la ley, ha sido denunciado ante las instancias competentes: el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, la plataforma Actívate realizó una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral, donde le solicitan urgentemente determinar si el mandatario ha violado la normatividad.
El pasado jueves 11 de mayo durante su conferencia matutina, el presidente llamó a los ciudadanos a votar por Morena en las elecciones del 2024.
Durante su mensaje instó a los votantes a respaldar al candidato presidencial y a los legisladores de su partido, con el fin de lograr reformas constitucionales.
«¿Quieres que regresen los corruptos? Ya sabes por quién vas a votar. ¿Quieres que siga la transformación? También ya sabes por quién votar», arengó.
Según las leyes electorales, lo anterior podría considerarse un delito por el uso indebido de recursos públicos.
Eso es lo que ha cuidado la oposición, es decir, evitar incurrir en faltas a las normas señaladas.
Pero en estos momentos todos andan a tambor batiente y con los ánimos encendidos.
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