En abril de 2010, el entonces procurador de Justicia del DF, Miguel Ángel Mancera, se equipó con un chaleco antibalas y tomó el papel de negociador para salvar a dos rehenes tomados por tres asaltantes a una casa de cambio en la Gustavo A. Madero.
Luego de dialogar con ellos, los convenció de liberar al gerente y a un empleado del negocio, a cambio de un vehículo para que pudieran huir. Horas después, los delincuentes fueron capturados en la Sierra de Guadalupe, en los límites con Naucalpan.
Todo el mundo cree que ese acto, de amplio impacto mediático, fue el que proyectó la carrera de Mancera, que al final llegó a la Jefatura de Gobierno del DF, a pesar de que no era político ni pertenecía al PRD.
Pues dicen que eso mismo pudiera pasar con Omar Hamid García Harfuch, quien a mitad de semana encabezó el operativo policiaco que detuvo en Topilejo a una presunta célula del Cártel de Sinaloa.
En una ciudad ávida de héroes, las acciones de un policía que “se rifa”, como dicen los jóvenes, son bien vistas por la sociedad, sobre todo porque la seguridad es la principal demanda.
Ante la carencia de perfiles que penetren entre la sociedad capitalina, un funcionario joven, discreto, que incluso ha sido víctima de un atentado por grupos criminales que no lo quieren aquí, es un buen activo político y quizá Morena tendría que replantear su estrategia.
Por supuesto que García Harfuch no es de Morena; de hecho, no pertenece a ningún partido. Pero es secretario en un gobierno de la 4T, lo cual le daría el apoyo del pejismo.
Por lo demás, su perfil le da también para conquistar a las clases medias, que seguro no lo verían mal.
Pero en Morena tienen su estilo muy particular de ver la política y regularmente buscan repartirse el poder según las canicas de cada tribu. Si el jefe de Policía no fue fundador del movimiento, ni modo de lanzarlo como candidato.
Si no fuera él, al interior de Morena tendrían que buscar otro perfil similar, pero no lo quieren ver. Ahí están Andrés Lajous, secretario de Movilidad; Miguel Torruco Garza, diputado federal, y Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, que hace años prestó su imagen para promover la fundación de Morena.
En vía de mientras, por segundo día consecutivo, el muñeco del pastel en la ciudad fue Omar Hamid, a quien la jefa de Gobierno hizo un público reconocimiento delante de alcaldes, diputados e integrantes de los gobiernos federal y local.
“Mi mayor reconocimiento al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, que ha cambiado la mística; ha cambiado al cuerpo de la policía. Pero, además, por tu valentía permanente, Omar, y por ser un ejemplo para todos los policías de la ciudad”, dijo Sheinbaum.
La funcionaria expresó estas palabras ante Rosa Icela Rodríguez, secretaria federal de Seguridad, y Martí Batres, secretario de Gobierno, dos de las corcholatas capitalinas que buscan la nominación para 2024.
La forma es fondo, decía Jesús Reyes Heroles.
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