Nancy Grajeda
El miércoles 8 de octubre, más de 2 mil antorchistas de la alcaldía Tláhuac acudieron a las inmediaciones de Palacio Nacional, para protestar en la conferencia matutina de la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, por la negativa de la alcaldesa de Tláhuac, Berenice Hernández a autorizar que familias humildes puedan contar con vivienda. La intención, además, era precisamente pedir que la máxima autoridad intervenga en este problema, pues el empecinamiento de la edil morenista tlahuaquense está atrasando la construcción de casas de interés social, que vendrían a paliar un poco la situación de pobreza y marginación que padecen decenas de familias.
Quiero dejar muy en claro que la manifestación realizada por el Movimiento Antorchista no es obra de la espontaneidad o de las ganas de perder el tiempo, sino que es producto de una profunda necesidad de soluciones, y, esta manifestación, no fue igual que las demás que se han realizado, no precisamente por sus características específicas, sino porque, ésta se llevó a cabo en Palacio Nacional, donde se supone que se encuentra el máximo poder del país, la máxima autoridad, como un voto de confianza a esta figura.
La manifestación en “La Mañanera” de Sheinbaum, repito, responde a la necesidad urgente de que en Tláhuac cese la violación al derecho constitucional de los mexicanos a contar con una vivienda.
Sinceramente es de sorprender la necedad que mantiene Berenice Hernández, porque si nos metemos un poco en esta problemática, nos daremos cuenta que ésta no tiene razón de ser, porque en el proyecto de vivienda, cien por ciento gestionado por el Movimiento Antorchista, ella ni su administración en la alcaldía tienen que pagar un solo peso, pues gracias a esta gestión antorchista, el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, por indicaciones del Gobierno capitalino, compraría un predio en Tláhuac, en donde se construirían las viviendas de interés social, que luego serían otorgadas a las familias beneficiarias a crédito, o sea, a pagar en un años. No se pide nada regalado como ha acusado la edil morenista para tratar de desprestigiar nuestra lucha.
Esta incluso es una oportunidad para que la alcaldesa de muestras de sensibilidad, pero ella ha preferido enfrascarse en una lucha abierta contra el Movimiento Antorchista, donde sus armas han sido la mentira, inventando una serie de cosas, como la que mencioné renglones más arriba: de que las casas se quieren regaladas, falso, y de que se pretende construir en un área natural protegida, otra falsedad, pues el proyecto que defiende Antorcha su domicilio se encuentra en la colonia Los Olivos, donde todo mundo sabe que es una zona urbana.
Toda esta situación nos ha traído hasta aquí, porque desgraciadamente el propio gobierno de la ciudad no ha podido hacer entrar en razón a Berenice, algo que por cierto llama mucho la atención porque es una funcionaria de su propio partido, y es increíble que ella se pase las indicaciones de la propia jefa de Gobierno por el arco del triunfo.
En esta manifestación que realizamos frente a Palacio Nacional, los antorchistas recibimos la atención de la Secretaría de Gobernación, que es el enlace hacia la presidencia de la República, quien atendió a una representación del Comité Estatal, comprometiéndose a intervenir para hacer entrar en razón a la morenista, esto suena curioso porque lo que se plantea es perfectamente razonable: la alcaldesa de Tláhuac sólo necesita autorizar que el INVI adquiera el terreno, nada más. No tiene que construir nada, sólo autorizar, pero aquí está su negativa, defendiendo no sé qué intereses.
Y lo más curioso y criticable es que a la par de que niega que familias humildes cuenten con vivienda, autoriza la edificación de residencias de lujo en Tláhuac, con todos los servicios incluidos, como el agua potable, que ha dicho que es tan escasa en Tláhuac, es decir, que para los ricos todos los beneficios y a los pobres, la calumnia, la negativa y la mentira.
Así las cosas en Tláhuac, con una alcaldesa que en palabra dice estar del lado de los pobres, pero en los hechos, a los pobres los margina y los hace a un lado, incluso los quiere correr de Tláhuac, porque las familias que representa Antorcha han nacido aquí y trabajan aquí, y la alcaldesa se empeña en decir que no, y que nos lo quiere en esta demarcación.
Antorcha por su parte seguirá luchando, no nos va a detener la actitud de esta alcaldesa, al contrario, seguiremos luchando porque esta es la única forma como logramos salir de tantos problemas en el país y que cada día se agravan.
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