Martín Aguilar
Por segundo día consecutivo la comunidad zapoteca de Santiago Textitlán, en la región Sierra Sur, mantiene retenidos a 46 servidores públicos, entre elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal, agentes de investigación y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
En su intento por liberarlos y restablecer el diálogo con la comunidad funcionarios de la Secretaría General de Gobierno se desplazaron a este punto de la zona serrana, sin embargo, también los retuvieron e incendiaron un vehículo oficial.
Los inconformes reclaman audiencia con el gobernador, Alejandro Murat, para demandar garantías de paz para el pronto regreso de las familias desplazadas de Río Santiago, quienes perdieron sus viviendas al parecer incendiadas por sus vecinos de Xochiltepec, también señalados por asesinar a dos campesinos en diciembre de 2020.
Además, urgen a la Fiscalía ejecute las órdenes de aprehensión en contra de los responsables del doble asesinato, ocurrido hace siete meses.
La autoridad municipal, comunal y habitantes de Textitlán proveen de alimentos a los 20 elementos de la Guardia Nacional, 10 Policías Estatales, cuatro integrantes de la Agencia Estatal de Investigación, cinco peritos y cinco ministerios públicos, así como dos funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, recibidos ayer a golpes.
Desde el martes pasado, alrededor de las 20 horas, los agentes policiacos federales y estatales están inmovilizados en la cabecera de Textitlán donde aguardan las gestiones oficiales.
El conflicto entre Santiago Textitlán con Santiago Xochiltepec deriva de la distribución y entrega de los recursos pertenecientes a los ramos 28 y 33, que detonó en un conflicto social y político.
Desde 2017 a la fecha, ambas localidades asentadas en la zona zapoteca han interpuesto sendos juicios ante los órganos electorales del estado y de la federación, destacando las sentencias condenatorias rechazadas con recursos de amparo.
Xochiltepec exige sean entregados los recursos que por ley les corresponde; que el municipio Santiago Textitlán deje de amedrentar a su pueblo con grupos armados, de igual manera, buscan la vía legal para la separación administrativa, dejar de depender del ayuntamiento.
El 31 de mayo de 2002 campesinos de Xochiltepec, en el paraje Agua Fría, fueron emboscados y acribillados con armas de alto calibre, cuando regresaban en un camión volteo de trabajar como jornaleros. El multihomicidio sigue impune.
