Martín Aguilar
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha garantizado las elecciones a través de los años, haciendo posible la alternancia del poder, incluso aún tras siete décadas de que un solo partido monopolizó la presidencia y la mayor parte de las gubernaturas de los estados de la República.
Actualmente el INE, pese a la polémica que ronda en torno al presupuesto que se le destina, el Nacional Electoral cuenta con gran aprobación social, dado que llega a tener incluso injerencia extraterritorial, al recibir votos de mexicanos fuera del país, por ejemplo, de aquellos que residen en los Estados Unidos.
Sin embargo, pareciera ser que actualmente el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, intenta desaparecer al Instituto, luego de haber culpado a su presidente consejero, Lorenzo Córdova y a otros tantos consejeros, del presunto “sabotaje a la consulta popular” del pasado domingo 1 de agosto 2021, luego que esta fracasó con apenas el 7% de participación del padrón electoral a nivel nacional.
Recientemente, el INE ha sido descalificado por múltiples actores políticos, en espacial por parte de Morena e incluso por el mismo presidente López Obrador, donde varios partidarios del Movimiento Regeneración Nacional, han pedido incorporar las funciones del Nacional Electoral a otra entidad del Estado.
Pareciera así que el INE le estorba al presidente AMLO, donde el Instituto podría parecer uno de los más grandes impedimentos entre el mandatario morenista y la reelección y es por este motivo, la razón por la cual el bloque opositor, buscará en la próxima Legislatura en San Lázaro, preparar una reforma con la cual poder frenar el intento de Andrés Manuel López Obrador, por desaparecer al Nacional Electoral.
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