Rebeca Marín
El director del CIDE, José Antonio Romero Tellaeche, busca consejo para limpiar la imagen del centro de investigación a su cargo desde el pasado 29 de noviembre. Para lograrlo, analiza la contratación de una consultoría a la que le pagaría una iguala mensual de 90 mil pesos.
Esta tarde, luego de que la Asamblea de Asociados de CIDE votó en favor de la modificación de los estatutos del centro de investigación (4 votos a favor, 2 en contra y una abstención), estudiantes ingresaron al CIDE para sacar a la calle el escritorio de Romero Tellaeche en muestra de repudio a su nombramiento y como prueba de la ingobernabilidad que atraviesa el centro.
En su oficina, los alumnos encontraron algunos documentos, entre ellos unas hojas que contenían el diagnóstico y propuesta hecha por la consultoría Se Habla Español.
«El nivel del posicionamiento mediático del CIDE era positivo hasta hace un par de años. Si bien la institución es reconocida y su imagen denotaba los valores asociados al liderazgo institucional ejercido durante décadas, en la actualidad prevalece el conflicto generado por la designación dirección (sic) y en medios y redes el porcentaje mayoritario de notas, artículos y posteos se manifiestan a favor de ‘los estudiantes’, es decir, el grupo contrario a la actual dirección», se lee en el diagnóstico.
«Varios académicos tienen espacios destacados en los medios de comunicación como opinadores y generadores de contenido. El número de dichos líderes mediáticos, sin embargo, no rebasa la decena, pero son lo suficientemente influyentes tanto en medios como en redes y la mayoría está a favor de ‘los estudiantes'».
La consultora expone que dado el clima de conflicto por el que atraviesa el centro, es indispensable comenzar de inmediato con una estrategia en materia de comunicación, relaciones, públicas y redes sociales que «por un lado relance al CIDE y por otro enfatice la nueva visión institucional post-conflicto».
Para lograrlo, la firma cotizó sus servicios por 90 mil pesos más IVA y no incluye todos los servicios con excepción de un community manager.
La propuesta, incluso, incluye un entrenamiento de medios para los voceros institucionales, así como la creación de líneas discursivas y mensajes claves de la nueva institución.
«Mejorar la presencia institucional del CIDE en medios de comunicación a través del Buró de Opinadores con un número mayor de nuevas caras académicas y temáticas que participe en dicha iniciativa para estar presentes en espacios noticiosos de manera constante y regular», se lee en la propuesta.
Dada la ubicación geográfica del centro de investigación, dentro del paquete ofrecido a Romero Tellaeche, se encuentra el analizar la posibilidad de contar con una sede de extensión académica y de eventos en una zona más céntrica de la Ciudad de México.
«Estrechar comunicación con el círculo rojo», un newsletter mensual, libros en línea, actualizar la pagina de internet institucional y realizar más eventos, completan la propuesta.
«El día de hoy se asestó el asalto al CIDE, es decir, se aprobaron la reforma al Estatuto, lo cual le da un poder casi absoluto a José Antonio Romero Tellaeche. Álvarez-Buylla intentó esto por todos los medios y al final lo consiguió. Ella piensa que desarticula los movimientos estudiantiles con ese tipo de decisiones, eso es falso, nosotros mantenemos nuestra lucha, esto no se acaba aquí», pronunció Luis Ángel Carrillo, integrante y vocero de la Asamblea Estudiantil luego de sacar el escritorio de Tellaeche y dejarlo a mitad de la carretera México-Toluca.
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