Rebeca Marín
El Grupo Italo Poblano S. de R.L de C.V., empresa propiedad de Gustavo Vargas Constantini, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Puebla, se ha convertido en la constructora favorita del Gobierno del Estado, incluso ya la llaman “el Grupo Higa poblano”, con referencia a la constructora Higa que fue la consentida del gobierno de Enrique Peña Nieto.
En días pasados, Grupo Herbrich de México S.A de C.V, empresa de la hermana Gustavo Vargas, Alejandra Vargas Constantini, ganó la licitación para realizar la huella y trabajos especializados en la superficie asfáltica del Periférico Ecológico, misma que garantice que los vehículos no se derrapen, con un contrato de entre los 45 y 46 millones de pesos, misma que está en etapa de programación de inicio de trabajos y traslados de maquinaria.
Las constructoras de la familia de Gustavo Vargas siempre han estado cuestionadas, como cuando realizaba obras para el municipio de Huchinango durante la administración de su padre Gustavo Vargas Cabrera, y los empleados de su constructora utilizaban vehículos del ayuntamiento de manera pública, como consta en videos que fueron publicados en redes sociales.
También fue motivo de críticas las obras del hotel propiedad de la familia en el centro de Huachinango, así como las acusaciones que realizó el alcalde de Huachinango, Rogelio Pérez, de que Gustavo Vargas dejó al municipio sin recursos económicos, sin mobiliario y con el parque vehicular en pésimas condiciones.
Ante esta situación, miembros de la CMIC Puebla denunciaron estas anomalías de su Presidente, Gustavo Vargas Constantini, ya que están siendo testigos de cómo utiliza su representación para obtener contratos y no está trabajando para sus agremiados.
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