Diputados locales exigen que la SEP vigile que se pidan más útiles escolares más que los oficiales

Rebeca Marín

La fracción parlamentaria del PRI en el Congreso de la Ciudad de México demandó a la Secretaría de Educación Pública (SEP), así como a autoridades capitalinas del ramo educativo, a llevar a cabo una vigilancia en todas las escuelas para evitar que se pidan útiles adicionales y productos diversos que no tienen que ver con la educación de los alumnos en las listas oficiales, ante el ciclo escolar 2023-2024, a fin de evitar excesivos gastos por parte de los padres de familia.

A través del diputado local Jhonatan Colmenares Rentería, la bancada del Revolucionario Institucional, consideró pertinente que antes de que arranquen las compras autoridades de la SEP revisen que las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria se abstengan de pedir útiles escolares adicionales a los que contiene las listas oficiales.

Mediante un punto de acuerdo turnado para su análisis y posterior dictamen a la Comisión de Educación del recinto de Donceles y Allende, el legislador priista delineó que, con el incremento de precios, especialmente en lo referente a útiles escolares, existe el mal hábito de algunas escuelas públicas, porque a pesar de que hay una lista de artículos oficiales para cada grado escolar, las autoridades escolares piden material extra, ajeno a los requerimientos directos de los estudiantes.

Colmenares Rentería refirió que diversas instituciones educativas han agregado a las listas de útiles escolares la obligatoriedad de entregar material no autorizado, como plumones de colores para el uso de los maestros, juegos de mesa, artículos de limpieza como cloro y limpiadores líquidos, además de papel higiénico, jabón de tocador, aromatizantes en aerosol y secadores de papel para manos, entre otras cosas.

Expuso que, aunque el gobierno de la Ciudad de México otorga un apoyo económico para la compra de materiales escolares y uniformes, el gasto para las familias en el mes de agosto es considerable, de ahí la necesidad de que exista una vigilancia para evitar se pida material extra que no es dirigido para el estudio y educación de los alumnos.

Insistió que se trata de proteger la economía de los padres de familia y que no compren cosas más allá de lo indispensable para la educación de sus hijos, al tiempo que aclaró que ya es extraño el comprar productos de limpieza que no les corresponde.