El grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados se posicionó en contra de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, al considerar que atenta contra el libre mercado, aumenta el control del Estado y perjudica a las familias mexicanas, desaparece órganos que funcionan, viola tratados internacionales y cancela certificaciones de energías limpias.
Mediante un posicionamiento como segunda fuerza política en San Lázaro, los panistas advirtieron que darle a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el 54 por ciento del mercado y el 46 por ciento al sector privado, bajo el control de CFE, propone prácticamente la centralización y monopolio de la Industria Eléctrica.
Los parlamentarios consideran que la aprobación de la reforma “tendría efectos adversos y desastrosos” en distintos sectores de la vida nacional.
“Nos preocupa que el control absoluto de todas las cadenas de valor de la Industria Eléctrica por parte del gobierno pueda derivar en la caída de la inversión, salida de capitales y falta de suficiencia para la demanda de energía eléctrica en el país”, expresaron.
Los diputados de oposición advirtieron que esta reforma impactaría con tarifas más elevadas a los consumidores, reduce la competencia y deja de lado la generación de energía eléctrica con métodos más eficientes, menos contaminantes y menos costosos.
Además, enfatizaron que la iniciativa de reforma del jefe del Ejecutivo implica la violación del T-MEC, al estatizar la industria eléctrica, que repercutirá en la pérdida de confianza en inversiones y también la salida de capitales.
Los diputados rechazaron la desaparición de los órganos reguladores, mismos que dijeron, están diseñados para defender a los consumidores.
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