Rebeca Marín
La inversión de empresas españolas en México durante los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es la segunda más alta para la primera mitad de un sexenio en los últimos cuatro gobiernos, casi tan alta como la del mismo periodo de Felipe Calderón.
Entre 2019 y 2021, México captó 12 mil 939.9 millones de dólares de inversión proveniente de España, monto 40 por ciento superior al de los primeros tres años de la administración de Enrique Peña Nieto y sólo 305 millones de dólares por debajo del registrado en el mismo lapso del sexenio calderonista, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
La inversión española en los primeros tres años de la 4T supera por más de dos mil millones de dólares la registrada en la primera mitad del gobierno de Fox.
La inyección de capital español en el país se ha mantenido pese a las críticas del presidente López Obrador.
Desde marzo de 2019, con poco más de tres meses en el cargo, el jefe del Ejecutivo federal comenzó sus roces con el país europeo, primero con la exigencia al gobierno español de una disculpa por la Conquista hace cinco siglo y luego con señalamientos a compañías del sector energético, como Iberdrola y Repsol, a las que acusa de aprovecharse del país en colusión con gobiernos anteriores.
Al inicio de febrero, López Obrador sugirió hacer una «pausa» con España para que las empresas de ese país dejen de ver a México «como una tierra de conquista».
Al margen de estos roces, la inversión española tuvo un crecimiento de casi nueve por ciento a tasa anual en 2021, luego de dos contracciones al hilo.
Datos publicados por Economía indican que el año pasado México captó cuatro mil 332.1 millones de dólares de capital español, casi 355 millones más que un año antes, cuando la inversión se desplomó en todo el mundo a causa de la pandemia.
Para José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), este incremento se debe a que para las empresas españolas es altamente rentable invertir en el país, principalmente en sectores como el financiero, energético y la construcción, además de que los señalamientos del Presidente se han quedado más en el terreno del discurso político. En el caso de que se aprobara la reforma energética sí podría haber afectaciones.
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