Nancy Grajeda
La calamidad nos persigue en nuestro país, y con ella más tristeza y desesperación de familias víctimas de desastres naturales que se han venido suscitando, y sobre todo porque estando el país en las manos en las que está, en las de la 4T, no hay esperanza de un verdadero apoyo para todos los aquellos que han perdido su hogar y las pertenencias que con tanto esfuerzo han adquirido.
Muy recientemente se dieron las inundaciones en Tula, Hidalgo, por el desbordamiento del río Tula, en las que se estima que 35 mil personas resultaron afectadas, además de que 17 personas perdieron la vida por la inundación en el IMSS, 2500 inmuebles y 5 puentes resultaron dañados en el estado.
En Ecatepec la cosa también es de preocupar, pues se registraron inundaciones en casi todo el municipio y se tiene conocimiento de al menos 2 personas fallecidas, además de decenas de vehículos dañados que fueron arrastrados por las fuertes corrientes de agua y miles de familias que han perdido su patrimonio debido a esta inundación.
Y qué decir de la Ciudad de México, aquí desde hace casi un mes se ha venido solicitando el apoyo para cientos de familias de las colonias La Habana, San José y Ejido de Tlaltenco, que han sufrido severas inundaciones por las aguas negras, debido a la falta de mantenimiento de la red de drenaje, pero esta petición ha incomodado a la jefa de Gobierno de la capital, la morenista Claudia Sheinbaum, quien no ha querido brindar ayuda de ningún tipo, al contrario, mandó a golpear con la policía a los damnificados que le pedían a través de una manifestación pacífica que los apoyara.
Y así, suma y siguen los desastres naturales que ocurren en nuestro país, como el acontecido en el cerro del Chiquihuite en el municipio de Tlalnepantla, donde se desgajó un cerro, afectando a decenas de viviendas y todavía no se tiene el dato oficial de las víctimas humanas. Y los afectados en Veracruz por el huracán Grace, pero si pues también están los inundados de Tabasco desde noviembre del año pasado, paisanos del presidente por cierto, que siguen esperando ayuda humanitaria. Lo mismo pasará con los damnificados de Veracruz y Tula, seguro.
Huracanes, inundaciones, desgajamiento de cerros, sismos, un sinfín de desastres naturales se suman, pero los recursos para atender sus repercusiones se restan; estos desastres no pueden evitarse pero por supuesto que pueden aminorarse los daños que causen a la población, sin embargo, con lo visto lo único que queda muy claro es que éstos han rebasado la capacidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para aplicar medidas para que los daños sean menos severos en los afectados, adelantándose a los acontecimientos, pues ya se sabe, por ejemplo, que Tabasco se inunda con regularidad, y también se sabe que para evitarlo se debe concretar un plan hídrico.
Se sabe que en México azotan huracanes que hacen que varias zonas se inunden y son causantes de estragos muy profundos y de pérdidas humanas, así como de miles de damnificados.
Y en segundo lugar apoyar a los afectados ya que el daño se haya causado por algún desastre natural, pero el apoyo no se ve por ningún lado, al contrario, el recurso que estaba destinado para este rubro, el Fondo para Desastres Naturales (FONDEN)) fue desparecido por este gobierno y ahora los recursos se utilizan para seguir construyendo las mega obras capricho del presidente, como el tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, donde hay un derroche exorbitante de recursos que deberían de ser utilizados en prevenir y tratar los desastres naturales y los estragos que causan en la población mexicana.
Y todavía el señor López se atreve a decir que el Fonden desapareció para eliminar la corrupción, pero aclaró que pese a ello, su gobierno está “atendiendo mejor a los damnificados”. Pues solo que esto esté ocurriendo en su país de los otros datos porque en México no. Esto es una total mentira, pues por todos lados solo vemos gente afectada por los desastres naturales y más que se vienen, y la ayuda no les llega ni le llegará.
Lo que está padeciendo México con este gobierno de la 4T es una situación muy desesperante, pues el país está secuestrado por un grupo político que se ha adueñado de las arcas nacionales y las está gastando a su antojo en obras innecesarias, en vez de atender el desabasto de medicamentos y modernizar los hospitales públicos que cada día van de mal en peor y no se han dado abasto para atender a los enfermos de Covid-19, no por nada en México tenemos la honrosa cantidad de 3 millones 479 mil 999 casos y 266 mil 150 defunciones.
Es urgente que los mexicanos abramos los ojos y nos demos cuenta que estamos siendo estafados por una sarta de políticos “la banda de la 4T” que están saqueando al país para dejarlo en ruinas, mientras ellos se enriquecen por el trabajo de todos los mexicanos. Más de lo mismo o peor estamos viviendo con este gobierno en turno.
¿Cuántas vidas más deberán pagar para que nos demos cuenta del error de llevar a la silla de gobierno a políticos de esa calaña a quienes no les importa la salud y la vida de los mexicanos?
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