Martín Aguilar
El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el informe del Departamento de Estado «es un bodrio», son puras calumnias que no se sostienen. Insistió en que estas críticas no representan a todo el gobierno del mandatario estadunidense, Joe Biden o de otros legisladores que han visitado México recientemente en términos respetuosos. Incluso, dijo que en realidad el documento está elaborado «por un departamentito dentro del Departamento de Estado».
Durante su conferencia de prensa destacó el encuentro que sostuvo la víspera con el enviado especial del gobierno estadunidense para el cambio climático, John Kerry, que contrasta con la postura del Departamento de Estado que no cambian. «Es una política añeja, anacrónica, de querer meterse en la vida pública de otros países, ¿con qué derecho? es una violación flagrante al derecho internacional. ¿Por qué tienen que intervenir?».
Acusó al Departamento de Estado de ser en realidad una instancia encargada de defender el conservadurismo en el mundo, «esa es su función». Cuestionó que, como antes, algunos integrantes del conservadurismo mexicano acudan a Estados Unidos para presentar sus quejas.
«Si ven el informe del departamentito del Departamento de Estado. Es un bodrio. Hay que revisar el diccionario. Dicen según expertos se presume, se señala. No hay sustento, utilizan la calumnia, en el departamentito del Departamento de Estado. Pueden contestarme lo que quieran pero no tienen pruebas, son calumniadores, mentirosos”.
Afirmó que en México ya no se tortura como antes, cuando ellos se quedaban callados, nunca decían nada. En México no hay masacres, en México el Estado ha dejado de ser el principal violador de derechos humanos. Se garantiza la libertad de expresión».
Sin mediar pregunta, al inicio de su conferencia, hizo una amplia exposición sobre la polémica que ha surgido entre su gobierno y el Departamento de Estado. «Lo único que hacen con eso es exhibirse, hacer el ridículo Si no fuese un asunto tan importante causaría risa. Pero es muy buena la polémica, porque antes ellos certificaban de manera unilateral».
Tenían el respaldo de «este diplomático que estuvo involucrado en el operativo Rápido y Furioso», Arturo Sarikhan -embajador de México en Estados Unidos durante el gobierno de Felipe Calderón- y otros internacionalistas, conservadores y defensores del departamentito del Departamento de Estado.
Lamento además que haya mucha manipulación informativa en Estados Unidos y se reivindique que como ya salió en The New York Times o The Washington Post ya es importante. Censuró que la manipulación mediática haya permeado al punto de que un importante sector de la población estadunidense, según una encuesta, considere que el fentanilo lo llevan los migrantes.
O bien que toda esta droga química proviene de México cuando mucho del fentanilo que se consume en la Unión Americana llega de Asia directamente o a través de Canadá. Indicó que 85 por ciento de los detenidos en Estados Unidos por la distribución de fentanilo allá son de origen estadunidense.
Por su parte, la Casa Blanca y el Departamento de Estado rechazaron este martes los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador caracterizando el proceso judicial contra Donald Trump en Nueva York como un intento de frenar su candidatura presidencial, negaron que el gobierno haya saboteado el gasoducto Nord Stream 2 y reiteraron la conclusión del informe sobre derechos humanos de que “actos de corrupción y asesinatos ilícitos arbitrarios siguen siendo un serio reto para México”.
En la sesión de prensa en la Casa Blanca, la vocera Karine Jean-Pierre fue consultada sobre las afirmaciones de López Obrador en torno al reportaje del veterano periodista Seymour Hersh de que Estados Unidos estalló un gasoducto ruso y, por otro lado, que el proceso judicial contra Trump en Nueva York sólo era un intento político para sacar al ex presidente de las boletas electorales. La portavoz declaró que esas dos cosas “no son la verdad” y que “ciertamente voy a aclarar y corregir” lo comentado por el presidente mexicano.
La vocera también rechazó los comentarios anteriores del presidente mexicano de que el fentanilo no es un problema mexicano, es estadunidense. “Este no es un problema estadunidense, es uno global. El tráfico de drogas ilícitas está causando daños sociales, muertes innecesarias y sufrimiento, no sólo aquí sino también en México, y queremos ser realmente conscientes de eso”.
A la vez, Jean-Pierre enfatizó que Estados Unidos sigue trabajando de manera conjunta con México y la relación personal que existe entre ambos presidentes. “Vemos nuestra relación con México como vital e importante… continuaremos intentando desarrollar esos nexos”.
Los comentarios de la vocera del ejecutivo estadunidense son cuidadosamente elaborados y usualmente revisados por cuatro o cinco personas, y después utilizados para que los funcionarios los lean frente a las cámaras. Por lo tanto, fue evidente que el gobierno de Joe Biden decidió responder de esta precisa manera a las declaraciones de López Obrador en su mañanera de este martes.
En el Departamento de Estado, el vocero interino Vedant Patel fue consultado en la sesión de prensa sobre la acusación del mandatario mexicano de que Estados Unidos “se cree el gobierno del mundo” y que el informe anual sobre derechos humanos emitido por esta secretaria miente. “Nunca hemos indicado que somos el gobierno del mundo”, respondió Patel.
En torno al informe anual requerido por el Congreso, afirmó que se hace porque Estados Unidos respeta los derechos humanos a nivel mundial, y que “específicamente en relación a México, el involucramiento de integrantes de la policía, militares y otras instituciones gubernamentales en actos serios de corrupción y asesinatos ilícitos arbitrarios permanecen siendo un reto serio y por ello estaban reportados en nuestro informe”.
Pero el Departamento de Estado intentó suavizar su crítica al agregar que “nunca hemos intentado implicar que no tenemos nuestros propios retos domésticos”, señalando que no se busca ocultar estos problemas, que el Congreso no autorizó incluir a Estados Unidos en este informe anual, y que en varios otros foros Estados Unidos realiza una autocrítica.
“Lo del expresidente Trump, él mismo declaró que lo iban a detener y yo lo que expresé es que consideraba que no debían utilizar asuntos de carácter judicial con propósitos políticos.
“Yo no puedo permitir que, a nadie, ni en México ni en el extranjero, le afecten sus derechos políticos. Lo considero una injusticia, pero, además, un atentado a la democracia porque si se tiene un rival, un adversario, pues hay que ganarle en buena lid”.
El presidente señaló como un “atentado a la democracia” respecto a la posible detención del ex presidente de Estados Unidos.
Volvió dar un espaldarazo a su ex homólogo estadounidense, Donald Trump, quien presuntamente sería detenido el pasado 21 de marzo por el poder judicial de su país.
Al respecto, el mandatario catalogó el caso como un “atentado a la democracia” y sostuvo su teoría de que las medidas en contra de Donald Trump estarían relacionadas con su interés por formar parte de la boleta electoral en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
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