El teléfono rojo del viejo Palacio del Ayuntamiento repicaba constantemente cuando Cuauhtémoc Cárdenas, fungía como jefe de gobierno tras su histórico triunfo en 1997.
En línea directa le marcaba constantemente el entonces Presidente Ernesto Zedillo, con quién había pactado una tersa transición de la anticuada regencia a la jefatura de gobierno.
Tan cercana era la relación entre los dos políticos, que eso sirvió para allanarle el camino a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador para jefe de gobierno.
Fue el ingeniero Cárdenas quien lo impulsó como candidato, y después en su gestión en el gobierno capitalino.
Pero la historia del respaldo de Cárdenas a López Obrador inició tras la fundación del PRD, luego del exitoso Frente Democrático Nacional (FDN).
Primero le abrió las puertas a López Obrador para que presidiera el PRD en Tabasco.
Luego fue candidato al gobierno de la entidad. Era la época de Roberto Madrazo, y la marcha del opositor a la Ciudad de México.
Siempre de la mano de Cárdenas, López Obrador llegó a la dirigencia nacional del PRD. De ahí saltó a jefe de gobierno, sin cumplir el requisito de residencia.
Ayer, durante su conferencia de prensa, el Presidente declaró como su adversario al dirigente histórico de la izquierda mexicana.
Todo porque relacionó a Cárdenas con el surgimiento de la plataforma “México Colectivo”. “Están más cerca del bloque conservador”, dijo.
“Es una especie de ala moderada del bloque conservador”, remachó el Ejecutivo sin miramiento alguno.
“¿Considera a Cárdenas adversario Presidente?” le preguntaron. “En política sí, si él asume una postura de este tipo”, respondió.
¿Y a todo esto qué dirá Lázaro Cárdenas Batel, actual jefe de asesores del político de Tabasco? ¿Deberá renunciarle por el mal trato a su padre?
Cuando el tabasqueño fungía como jefe de gobierno, cobró fuerza el diezmo instaurado por él supuestamente en apoyo a la campaña de Cárdenas Batel al gobierno de Michoacán.
Casualmente durante los primeros días de su gobierno, el hijo de Cuauhtémoc Cárdenas solicitó a Felipe Calderón la intervención del Ejército en tareas de seguridad pública.
Lo descrito aquí es una estampa más de la forma de hacer política del actual Presidente. Usa un doble discurso porque dijo esto de su nuevo adversario:
“Lo estimo mucho, lo respeto, lo considero precursor de este movimiento”. Pero en resumidas cuentas, Cárdenas Solórzano no apoya el proyecto de la 4T.
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