¿De dónde sacó el Presidente Andrés Manuel López Obrador que estamos en temporada electoral?
Eso lo dijo durante su conferencia matutina de ayer, donde salió en defensa de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, sometida a duros cuestionamientos.
“Se alborotan los zopilotes”, dijo el mandatario. “Estamos ya en temporada electoral, pues se aprovechan para descalificar, atacar”, aseguró.
“No deja de haber grilla, politiquería”, cuestionó López Obrador, quien señaló que “no se puede traficar con el dolor ajeno; esa es una enajenación, eso es no tener escrúpulos morales de ninguna índole”.
De Sheimbaum se explayó: “mujer trabajadora, íntegra, honesta”; le expresó todo su apoyo, solidaridad y “lo que necesite”.
Pero de los afectados, lesionados, familiares de la persona fallecida y usuarios, el Presidente no emitió ni una palabra de apoyo o solidaridad.
Lo dijo en toda la extensión de la palabra: “estamos ya en temporada electoral”. Tal vez por eso vio en el accidente de la Línea 3 del Metro, “un acto premeditado”.
No es nada nuevo que el mandatario vea complots por todos lados. Sucedió cuando fue jefe de gobierno. Y hoy de nuevo.
Fiel a las enseñanzas y designios del habitante de Palacio Nacional, la jefa de gobierno tampoco descartó un sabotaje.
Es decir que también observa un posible hecho premeditado como lo deslizó por la mañana el Presidente.
Sheinbaum siguió al pié de la letra el mensaje de López Obrador cuando se refirió a las críticas de la oposición. Sólo le faltó repetirlo textual pero sí usó las mismas palabras.
La mandataria dijo que lo único que le importa a la oposición es la “politiquería”; siguió: “es una falta de escrúpulos politizar una situación como esta”.
Es decir que si había dudas en cuanto a que López Obrador y Sheinbaum son lo mismo, solo basta cotejar el discurso de cada quien el día de ayer.
Usaron las mismas líneas discursivas, las mismas palabras y el mismo tono. ¿Aún hay dudas de quién será la candidata para la Presidencia en 2024?
El caso es que ambos van de salida. El Presidente va en el quinto año de su administración con tropiezos y promesas incumplidas.
Sheinbaum por lo mismo, pero con la carga de la crítica y las ilegalidades en que ha incurrido por su adelantada campaña.
Pero la diferencia es que la jefa de gobierno enfrenta un escenario diametralmente opuesto al del político de Tabasco, previo a la elección de 2018.
Por lo pronto, ya vio afectada su gira de promoción. “Ni siquiera estoy pensando en eso, en este momento”, dijo cuando le preguntaron.
Cada fin de semana sale de la Ciudad a presumir sus “políticas exitosas”.
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