Previo a que Morena y su gobierno buscarán llevar a juicio político a Sandra Cuevas para destituirla como alcaldesa en Cuauhtémoc, Claudia Sheinbaum intentó llegar a un acuerdo interno en Morena, a fin de empujar una solución favorable para la 4T en la demarcación.
La jefa de Gobierno recibió a representantes de Ricardo Monreal —a quien todo mundo le reconoce como “suya” esa alcaldía— para sugerirles la baja de Sandra y en su lugar ir a una elección extraordinaria con quien el senador dijera.
Y es que la intención del gobierno capitalino era no sólo destituir a Cuevas, sino llevarla a la cárcel. El costo político sería muy alto, por lo que se planteó respetar el espacio al zacatecano a cambio de mover a la alcaldesa, a quien en el Antiguo Ayuntamiento no soportan.
La realidad era que no había un expediente sólido en su contra; si iba a la cárcel, lo más probable era que con un amparo saliera, lo que la dejaría en papel de víctima. Claudia y Ernestina Godoy quedarían exhibidas.
Igual Monreal se envolverá en la bandera de la persecución política de su propio partido, pues primero en Veracruz encarcelaron a su brazo derecho del Senado y luego en la CDMX a su alcaldesa.
Desde el Palacio de Cobián les pidieron bajarle de tono, porque el pleito podría perjudicar a la 4T en la consulta de revocación de mandato y en la aprobación de la iniciativa de la reforma eléctrica que discute el Congreso.
Se pensaba que la propuesta para que el líder del Senado propusiera otra candidatura en Cuauhtémoc podría progresar, porque, si bien seguiría en manos del zacatecano, al menos sería otra alcaldía de Morena y no de la alianza opositora.
También se evitaría la llegada de René Bejarano y su esposa, enemistados a muerte con el zacatecano, lo que se supone que calmaría los ánimos. Las pláticas avanzaban, pero al final Monreal no aceptó otro acuerdo que no fuera la continuidad de Sandra.
El senador sabía que si la movía, se podría leer como una derrota para él, por lo que desautorizó cualquier negociación en ese sentido.
Y como Sandra estaba dispuesta incluso a ir a la cárcel, como lo estuvo el mismo Andrés Manuel López Obrador cuando fue desaforado como jefe de Gobierno en 2005, desde el Zócalo tuvieron que recular.
Fue así como se pactó el acuerdo reparatorio para que la alcaldesa retomará su puesto, a cambio de una disculpa pública, que en realidad no lo fue. La jefa de Gobierno se sintió burlada, al grado de calificar a la alcaldesa como “chapucera”.
Fue así como el acuerdo “reparatorio” original que buscaba Claudia se le cayó, y una vez más la jugada la ganó Monreal… y Sandra, que sigue sin disciplinarse, pero quedó vacunada contra un nuevo enjuiciamiento, por mucho que los polis agraviados sigan esperando su disculpa.
Discussion about this post