Gilberto Solís Flores
Las personas indígenas, originarias de diversos pueblos y comunidades de los estados de Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Veracruz, donde predominan lenguas como Mazahua, Mazateco, Mixteco, Náhuatl, Otomí, Totonaca, Tsotsil, Zapoteco, entre otros, que están privadas de la libertad internas en los diferentes Centros Penitenciarios de la ciudad de México, participan en actividades productivas y de capacitación laboral con apoyo de la marca “Hazme Valer. Productos Penitenciarios” que se distribuyen entre la ciudadanía en ocasiones especiales.
Este programa de fortalecimiento a la actividad productiva y laboral, que desarrolla la Sub secretaria del Sistema Penitenciario de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (S S C) de la ciudad de México, tiene como objetivo brindar un acompañamiento integral en la reinserción social y laboral de hombres y mujeres, con oportunidades para su desarrollo dentro de los Centros Penitenciarios, con el compromiso de respetar y proteger los Derechos Humanos de la población indígena.
Bajo el esquema de actividades productivas que se realizan en apoyo a la Institución se desarrollan competencias laborales en panadería, tortillería, lavandería, costura, purificación de agua y servicios generales; además este sector de la población realiza productos con técnicas como el tallado en madera, artículos en papel maché, obras de cartonería, herrería, carpintería, repujado, tejido, así como artesanías típicas de cada una de sus regiones de origen.
Se informó asimismo en la S S C capitalina, que como parte de los cursos de capacitación laboral estas personas pueden especializarse en huertos urbanos, tejido en crochet, filigrana, pasta francesa, habilidades artísticas, además mediante convenios de colaboración con empresas industriales este sector de la población penitenciaria trabaja en proyectos como, inyección de plástico, manufactura textil, elaboración de alimentos; actividades por las que reciben ayuda económica, al igual que en el esquema de trabajo para la Institución.
Estos programas no solo brindan herramientas profesionales y técnicas, sino que también favorecen el desarrollo de nuevas competencias esenciales para su reintegración social y laboral. Al participar en estas actividades, las personas privadas de su libertad no solo adquieren conocimientos, sino que también cultivan un sentido de autonomía y responsabilidad.
Este proceso de capacitación tiene un efecto directo en sus familias, ya que, al fortalecer sus habilidades, los participantes pueden ofrecer un mejor apoyo económico y emocional, contribuyendo así a la estabilidad y calidad de vida de sus seres queridos.
Con estas interesantes acciones, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario impulsa el desarrollo de habilidades laborales y la creación de nuevas oportunidades entre las personas privadas de la libertad, proporcionándoles las herramientas necesarias para su reintegración social efectiva, al mismo tiempo que reduce significativamente el riesgo de reincidencia, abriendo un camino hacia un futuro de superación y estabilidad profesional.
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