Rebeca Marín
En México el precio que pagan los consumidores por un litro de gasolina es mayor al que tienen los estadounidenses, con diferencias de más de dos pesos por litro, según datos de la la Administración de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés).
En conferencia matutina en Palacio Nacional, la vocera Ana Elizabeth García Vilchis, en su sección Quién es quién en las mentiras, afirmó: «Iniciamos, con la primera mentira de 2022. Inventan gasolinazo, pero se les cae el teatrito.
Los cogeneradores de noticias falsas no descansaron el fin de año y lanzaron una campaña de desinformación diciendo que en el 2022 habría aumento a las gasolinas, asegurando que se ubicaría en los 26 pesos por litro».
Y en las gasolinerías del país los precios siguen por arriba de los 25 pesos por litro de gasolina premium, e incluso hasta en más de 26 pesos, como se encontró en la estación de servicios de la calle Mazatlán, en La Condesa, Ciudad de México.
De acuerdo con la EIA el precio promedio de la gasolina regular registrado el pasado 3 de enero de 2022, en Estados Unidos, fue de 18.22 pesos por litro.
Los datos más recientes de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) registran un precio promedio de 20.72 pesos para cada litro de la gasolina regular en el país; es decir, 2.49 pesos por encima de lo que pagan los estadounidenses en promedio por el energético.
Para el mercado estadounidense se espera que la gasolina también vaya en aumento hacia la primera mitad del año. Patrick De Haan, jefe de análisis de GasBuddy, alertó que los precios en 2022 estarán «al frente y cargados».
En entrevista con Fox Business comentó que los precios más altos de la gasolina «estarán en la primera mitad del año». Las proyecciones de combustible de GasBuddy ponen a cuatro dólares el galón (84 pesos) como promedio nacional como posibilidad real para el año que inicia.
En el reporte de la EIA, entre las ocho regiones consideradas, en la costa del Golfo es donde se encuentra el costo más bajo para la gasolina regular en aquel país, con un precio de salida de 16.35 pesos por litro, o bien 4.37 pesos por encima del último precio promedio público que dio a conocer la Profeco, con corte al 30 de diciembre de 2021. La diferencia es de 2.53 pesos si se compara contra el precio más bajo identificado en México de 18.88 por litro, el cual se ubicó en Puebla capital, bajo la marca Mobil.
La Profeco informó el pasado 3 de enero que el precio promedio de la gasolina Premium fue de 22.69 pesos por litro.
Y la EIA citó que el precio promedio para la gasolina de alto octanaje fue de 22.28 pesos, es decir, 40 centavos por debajo del precio mexicano promedio.
Sí se toma como referencia el costo más bajo para la gasolina premium en la costa del Golfo, que colinda con los estados de Chihuahua y Coahuila al norte del país de 19.89 pesos, la diferencia es de 1.09 pesos por cada litro de gasolina identificada con el color rojo, al tomar el precio más bajo en México reportado por la Profeco de 20.99 pesos por litro, el cual se ubicó en dos gasolineras en Coatzacoalcos y Boca del Río, Veracruz.
En entrevista, Óscar Ocampo, coordinador de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que la diferencia se centra en que en México se carece de competencia entre distintos actores, así como por la falta de infraestructura física en almacenamiento y transporte, como en Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR).
Añadió que las autoridades energéticas en el vecino país pueden definir sus precios debido al nivel de importaciones en aquel país, lo cual está más limitado en México a sólo 74 jugadores en el mercado de importación de hidrocarburos, pues refirió que la Secretaría de Energía (Sener) ha rechazado más de mil 800 permisos de importación, según datos de la Onexpo.
Ramses Pech, analista del sector energético, explicó que el aumento en México se debe a un mayor costo en la refinación del crudo, ya que el procesamiento del crudo y el valor energético representan el 63 por ciento del valor de las gasolinas.
En contraste, señaló que la distribución y comercialización equivalen al 11 por ciento del precio de las gasolinas en México, donde Pemex ha hecho mayor esfuerzo con pipas llenas de combustibles recorriendo todo el país.
«Las refinerías se han modernizado en los últimos años, pero la economía no está mejorando. Con el claro alejamiento de la administración de Joe Biden de los combustibles fósiles, uno se pregunta si habrá mucha inversión en Estados Unidos en capacidad de refinación», cuestionó De Haan.
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