Tomás Rojas Madrid
Los problemas para los choferes de todo tipo de unidades en calles y avenidas, pero sobre todo en las carreteras son interminables, ya sea por fallas mecánicas, por el excesivo precio de las gasolinas, las casetas y por la incertidumbre de encontrar a algún policía coludido con algún operador de grúa corrupto enviado por algún dueño de corralón.
Es a estos últimos personajes, las grúas y el corralón, a quienes los choferes le tienen más miedo que a cualquier otra cosa pues por no convencer al policía, éste llama al de la grúa, y éste simplemente es el brazo ejecutor de la sentencia.
Mejor explicado, para que no intervenga la grúa, el chofer tiene que llegar a un arreglo con el de la patrulla, quien para ese momento ya tiene en posesión los documentos del chofer y del camión y el coche.
EL TRIÁNGULO PERFECTO
Patrulla, grúa, corralón es igual a miles de pesos destinados a la recuperación del camión, si se trata de la falta de algún documento, ya sea la licencia, la tarjeta de circular o el documento que especifica la mercancía.
Pero cualquier pretexto es bueno para “morder”, y los únicos que pierden son los dueños del camión; muchos de ellos dejan el camión abandonado ante el cúmulo de “acusaciones”.
No sólo es el patrullero, el de la grúa, o el dueño del corralón; se puede agregar a esta logía algún agente del Ministerio Público, pero esa es otra historia.
APARECE LA ORGANI8ZACIÓN TAMEXUN
Ante todo, ese cúmulo de anomalías, surge la organización TAMEXUN, Transportes Mexicanos Unidos, quienes comienzan a ver qué es lo que está pasando en el tema carretero.
Muchos choferes de reúnen y proponen a Manuel Mendoza como principal dirigente de la organización.
Es así como Manuel Mendoza comienza a ver los pro9blemas de los choferes adheridos a la organización TAMEXUN.
El grupo va creciendo y Manuel Mendoza comienza a reunirse con directores de tránsito de todo el país; también se reúne con los principales mandos de la Guardia Nacional, con fiscales, e incluso con los dueños de las grúas.
No es una tarea fácil, pero “el camión avanza”, nos dice Manuel Mendoza.
Las principales recomendaciones para los choferes van en el sentido de no olvidar los documentos necesarios para presentarlos ante la autoridad; siempre intentar el diálogo con los oficiales, y tener paciencia ante las acusaciones falsas pues al final siempre llega la verdad.
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