Martín Aguilar
Este sábado terminó la era del PRI en Chimalhuacán, municipio que gobernó desde hace 21 años de la mano de administraciones antorchistas.
El gobierno entrante de la alcaldesa morenista, Xóchitl Flores Jiménez a su vez anticipó que no se señalará a los culpables de la situación municipal.
Chimalhuacán, que fue considerado durante el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa como el municipio urbano con mayor marginación del país, era gobernado desde el 2000 por alcaldes emanados del Movimiento Antorchista, adherido al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El 18 de agosto del 2000, después de un cruento enfrentamiento en la plaza principal del municipio entre simpatizantes antorchistas y seguidores de la cacique priista Guadalupe Buendía Torres, alias “La Loba”, que dejó 10 muertos y decenas de heridos, Jesús Tolentino Román Bojórquez se convirtió en el primer alcalde de la entonces agrupación Antorcha Popular.
Después de ese periodo le sucedieron en el cargo sólo integrantes de ese grupo político. Miguel Ángel Casique Pérez (2003-2005); Marco Antonio Lázaro Cano (2006-2008); Jesús Tolentino Román Bojórquez (2009-2012); Telésforo García Carreón (2013-2015); Rosalba Pineda Ramírez (2016-2018) y Jesús Tolentino Román Bojórquez.
Este último estuvo al frente del gobierno local durante tres periodos diferentes y buscaba reelegirse para su cuarto trienio, sin embargo, en la elección de junio pasado perdió ante la entonces diputada local morenista, Xóchitl Flores Jiménez.
En una campaña que se caracterizó por la violencia que se registró, denunciada por los dos candidatos, los habitantes del quinto municipio más poblado del Estado de México eligieron por primera vez a un abanderado de oposición al PRI para que administre al gobierno local.
Xóchitl Flores se convirtió así a partir de este 1 de enero en la primera alcaldesa de izquierda en Chimalhuacán.
Somos plenamente conscientes de la responsabilidad que tenemos con nuestro pueblo. El desarrollo político, económico, social y cultural de nuestro municipio ha sido complejo, pero hoy ya no estamos en posición de señalar culpables, y debe quedar claro que nuestro gobierno no se la va a pasar lamentanto los errores del pasado, es tiempo de dar vuelta a la hoja”, expresó al asumir la nueva administración.
Hace unas semanas la ahora presidenta municipal denunció supuestas irregularidades en la administración priista, en el organigrama, así como en la nómina del ayuntamiento de la gestión 2019-2021.
Dijo que se investigan denuncias sobre los espacios deportivos que entregan a asociaciones civiles y que existe una deuda del gobierno local a la Comisión Federal de Electricidad de alrededor de 71 millones de pesos.
Además, acusó que después de que ganó la elección se sindicalizaron a cientos de trabajadores del ayuntamiento, supuestos operadores políticos del Movimiento Antorchista y ligados al ex edil Jesús Tolentino Román Bojórquez.
Todas las denuncias fueron rechazadas por la entonces administración de Román Bojórquez.
“Esta información puede comprobarse a través de Transparencia y está a disposición de la ciudadanía. Cualquier servidor público tiene derecho a pertenecer a un sindicato, sin importar su filiación partidista y sin vulnerar el estado de derecho. Actualmente el Suteym está integrado por 623 sindicalizados, quienes ocupan en su mayoría puestos auxiliares con bajas percepciones salariales.
“El gobierno local lamenta que Xóchitl Flores Jiménez utilice para fines personales y políticos datos personales de servidores públicos, cuya integridad y privacidad se ponen en riesgo tras exhibir información”, señaló entonces el ayuntamiento.
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