Rebeca Marín
En México, la tasa de desempleo disminuyó a un mínimo histórico de 2.68 por ciento en junio de 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi; sin embargo, la tasa de informalidad aumentó a 55.35 por ciento, una señal de que gran parte de los empleos creados en los últimos años son ‘informales’.
De acuerdo al reporte, 60.3 millones de personas de 15 años y más es parte de la Población Económicamente Activa (PEA); es decir, las personas que realizan un trabajo que le representa una remuneración económica; dicha cantidad significó un aumento de 859 mil personas con relación al dato de junio de 2022.
En contraste, la Población No Económicamente Activa (PNEA) -que es la que se dedica al hogar, estudia, está jubilada o pensionada, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades- fue de 40 millones de personas (39.9 por ciento de la población de 15 años y más), 55 mil personas más respecto a junio de 2022.
Estos ‘buenos datos’ de desempleó se dan tras la creación de 419 mil 85 puestos de trabajo en junio de este año, comparado con el mes de mayo.
Sin embargo, de los 419 mil 85 empleos que se agregaron, 417 mil 164 lo hicieron en las filas de la informalidad, su cifra más elevada desde abril del año pasado
De las 60.3 millones de personas que trabajan en México, 32.6 millones lo hacen en la informalidad; es decir, quienes trabajan sin prestaciones, sin contratos, sin seguridad social, además de la población que trabaja en micronegocios no registrados ante el SAT y otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia.
El problema de la informalidad lo presentan tanto hombres como mujeres.
De los hombres de 15 años y más que tienen un trabajo, 55.2 por ciento lo hace desde la informalidad.
Por otra parte, la ocupación en el sector informal considera a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias que operan sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar, o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa.
De este modo, la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y, por lo mismo, tiende a concretarse en una escala de operación muy pequeña.
Un ejemplo de estos casos puede ser la venta de comida o dulces en escuelas por parte de un estudiante que vive y es mantenido por sus padres.
En junio de 2023, esta población fue de 16.9 millones de personas y significó 28.9 por ciento de la población ocupada.
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