Martín Aguilar
El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó esta mañana que la Marina o la Secretaría de la Defensa Nacional no están ayudando en el esclarecimiento de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Luego de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) denunció que esas dos dependencias no le entregaron información sobre el caso, López Obrador dijo respetar su punto de vista, pero no compartirlo.
Si se ha avanzado en el tema es por la colaboración de Marina y Defensa y por la decisión tomada de no permitir la impunidad, añadió en su conferencia matutina.
El mandatario acotó que una cosa son las instituciones y otra los servidores públicos y no por el hecho del mal comportamiento de un funcionario, se va a marcar una situación.
López Obrador dijo que se va a reunir con los padres de los desaparecidos y que se trabaja en la búsqueda. “Ya tenemos una aproximación de lo que sucedió y quiénes fueron los responsables, y en eso vamos a seguir avanzando, están abiertas las investigaciones, pero lo que más nos importa es saber dónde están los jóvenes”.
Aseguró que cumplirá su compromiso de esclarecer el caso y conocer el paradero de los normalistas y está trabajando en eso.
Sostuvo que “no existe ningún fenómeno político que pueda implicar que se frene, se detenga, sea derrotada la transformación, el movimiento de transformación, no hay nada. Al contrario, parafraseando a Juárez, diría: ‘el triunfo de la reacción es moralmente imposible’”. Para explicar su afirmación presentó dos encuestas en las que su movimiento tiene amplia ventaja en las preferencias electorales.
A manera de justificación por incumplir las restricciones que le impuso el Instituto Nacional Electoral para no hablar de temas comiciales, expresó que, “nada más por única vez” y “ojalá y me entiendan los del INE y el Tribunal Electoral, para que no me vayan a sancionar”, porque estos sondeos evidencian “políticamente que no tendríamos ningún motivo para agredir a nadie”, como se ha deslizado entre periodistas del bloque conservador, consideró.
Mostró la encuesta de la empresa Covarrubias: “Si las elecciones para presidente de la República fueran hoy, ¿me podría decir, por favor, por qué opción votaría? Morena, Verde, PT, 49 por ciento. No lo digo yo. PAN, PRI, PRD, 19 por ciento”. Después mostró el sondeo del diario El País que proyecta una preferencia para Morena de 60 por ciento frente a 14 del PAN.
“¿Por qué vamos a hacerle daño a los posibles candidatos del PAN? Además de que no somos de malas entrañas, ¿por qué tendríamos que hacerles daño?” Esta información la difundió al insistir en que existe una campaña, la “guerra sucia” que el bloque conservador emprendió para responsabilizarlo de cualquier agresión a un candidato opositor.
El mandatario explicó la difusión de esas encuestas “para que se tenga una idea de que no hay ninguna razón, es una invención, producto de un coraje exacerbado”, en virtud de que no han podido detener la transformación y ahora pretenden regresar en las próximas elecciones.
López Obrador reiteró que “quienes impulsan esta campaña, esta guerra sucia, son personajes muy vinculados a Salinas de Gortari, al grupo de poder económico y político que dominaba México”.
Aseveró que la generación de odio y violencia no está vinculada a la izquierda. El autoritarismo, añadió, es una práctica que impulsa el conservadurismo.
Recordó que fue en el periodo neoliberal cuando se asesinó a un candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio. En este contexto, añadió, no hay que temer porque el país va muy bien pero, acotó, porque es un asunto delicado, “vale la pena, aunque me infraccionen (mencionar las encuestas), pero lo más importante es mantener la paz, la tranquilidad y que no haya ninguna agresión a nadie; serenos, morenos”.
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