Rebeca Marín
Con las recientes alzas en los impuestos a combustibles e inflación, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) prevé una cuesta de enero prolongada que se convertirá en una situación complicada para los consumidores por el incremento de precios en la canasta básica y la pandemia por el Ómicron.
«El aumento al Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) que se activó el pasado primero de enero, ya se refleja en el aumento de precios a refrescos, pan de caja, gasolinas cigarros, pero lo peor es que perfila incrementos en breve a frutas, legumbres, verduras, abarrotes, papel higiénico, artículos de higiene personal, limpieza, cárnicos, embutidos, entre otros artículos», alertó la Anpec.
Este arranque del año 2022, los mexicanos vivirán una cuesta de enero prolongada, pues se presenta una oleada de aumentos en diversos artículos, alimentos y combustibles, sin contar los efectos por la aparición de la variante Ómicron de Covid-19 que impacta en la economía del país, dijo el presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera.
«La actualización del IEPS a gasolinas, diésel, cigarros y bebidas saborizadas desató el alza de precios al arranque de este año en muchos de los productos de consumo esencial, incluso desde los últimos días de diciembre del año pasado», estableció.
De acuerdo con los reportes de los comerciantes en pequeño, entre los aumentos más sensibles se encuentran: la cajetilla de cigarros pasó de 66 a 70 pesos, que se incrementaron entre 1 y 2 pesos, dependiendo la presentación; el pan dulce y los pastelillos, las botanas y las bebidas saborizadas; 2 pesos el pan de caja; así como los precios de gasolina subieron en promedio 1 peso y el diésel 1.20 (promedio nacional).
Este alud de aumentos, perfila una retahíla de aumentos por venir en los segmentos de frutas, legumbres, verduras, abarrotes, papel higiénico, artículos de aseo personal y limpieza, huevos, lácteos, embutidos y cárnicos, entre otros.
La Anpec advirtió que el invierno, la nueva variante Ómicron de Covid-19 y la prolongada sequía nos conducen a un arranque de año 2022 complicado, por decir lo menos.
«Esta tendencia se ve consolidada por la virulenta cuarta ola de Covid-19, Ómicron, que está propagándose a una velocidad nunca antes vivida por la humanidad en pandemia alguna; más allá de lo letal o no de este embate, lo cierto es que está enfermando a la población y con ello hackeando la actividad económica de la sociedad», explicó el presidente de ANPEC, Cuauhtémoc Rivera.
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