Rebeca Marín
Imponer un tope al precio de los alimentos en México, si la inflación no baja, como propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador, arrastraría el crecimiento económico del país por debajo de 1% en 2022, alertaron especialistas.
El especialista en Economía y Finanzas de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Ramón Martínez, alertó que dicha pretensión significaría un retroceso de 40 años; que regresarían al país a la era de los Pactos de Solidaridad Económica de los años 80, cuando la inflación era de tres dígitos o superior a 100%.
Explicó que la época de los pactos la economía mexicana era poco competitiva, débil en exportaciones, con desbalances macroeconómicos y con alzas de inflación que duplicaban el precio de alimentos y productos básicos de un día para otro.
Ramón Martínez señaló que hoy México enfrenta condiciones distintas, por lo que imponer un tope al precio de los alimentos recortaría el crecimiento nacional de 1.5% a menos de 1% al cierre de 2022; restaría competitividad, ahuyentaría la inversión y pondría en jaque a las tienditas y pequeños comerciantes.
“Establecer controles de precio de los productos básicos pone en riesgo entre 0.5% y 1% del PIB; afectaría a 6.8 millones de personas que trabajan en el campo e impactaría hasta 20% de las ventas e ingresos de miles de familias que viven de las tienditas y pequeños comercios.
“Se trata de una medida populista que poco ayudaría a reducir la inflación, que se mantiene arriba de 7%, en su nivel más alto en más de 20 años; cuya única aportación sería mandar un mensaje de que el gobierno ayuda a los más pobres, cuando en realidad profundiza y agrava la situación económica del país”, puntualizó el especialista de la EBC.
Dañino, controlar precio de alimentos
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), advirtió que imponer un control de precios en México, como los indicó el presidente López Obrador el viernes pasado, es “dañino” para la economía, productividad y competitividad del país.
“Sería muy dañino para la economía recurrir a topes o controles de precios o a mecanismos de intervención que perjudiquen la competencia, que es a la larga el mejor elemento de disciplina de los precios en los mercados” alertó.
A través de su resumen semanal, el CEESP señaló que en lugar de topar el precio de los productos de la canasta básica, el gobierno federal debe aplicar medidas sectoriales que mitiguen las presiones sobre los precios de productos y servicios.
“Hay que identificar las fuentes más importantes de las presiones sobre los precios, a fin de investigar qué medidas podrían adoptarse para aliviar los incrementos en los sectores correspondientes.
“Lo importante es dejar actuar al Banco México en lo que le corresponde y utilizando sus instrumentos de manera autónoma (como el ajuste en su tasa de interés); además de encontrar formas en que se pueda mitigar el alza precios por la vía del mejor funcionamiento de los mercados y quizá con algunos apoyos temporales”, subrayó el CEESP.
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